THE SHELLAC FAMILY (NO SOPORTO EL FOLK…PERO...): no lo puedo negar, salvo muy contadas excepciones, no soporto el folk, ni el techno-folk, ni la industrial folk music, ni el freak folk, ni el folk metal, ni el electric folk, ni el folk rock, pero lo que menos soporto de todo, es sin duda el indie folk. Digo esto para que tengáis en cuenta que a priori, para mí cualquier concierto de banda o solista que esté integrada dentro de este género musical, generalmente nunca me va a dejar buen sabor de boca. Aún así intentaré ser lo más objetivo que pueda. The Shellac Family son una banda española que sin embargo practica un folk de clara raíz americana (profunda, muy profunda) con muchos toques y reminiscencias cercanos al country. Aparecieron vestidos de granjeros de esos que en los spaguetty-westerns siempre acaban jodidos por el malo de la película que pasa por sus tierras y tocaron todo tipo de instrumentos típicos del género: banjo, guitarra acústica, violín y hasta una sierra. A todo ello hay que sumarle el típico gorgojeo a lo Heidi (ali oli oli uhhhh) y ya tenemos la combinación folk por excelencia, que como ya sabéis no me motiva ni agrada. Pero… pero es que además la actuación estuvo plagada de acoples y todo el grupo estuvo demasiado estático, en especial sus dos vocalistas que parecían estar nerviosas e incluso temerosas sobre las tablas. Ni un triste meneo, rostros inexpresivos y el colmo de los colmos: Cristina Gómez con las manos dentro de los bolsillos de su vestidito de granjera durante gran parte del bolo. Por eso la mayor parte del público asistente llegó a ahogar con sus murmullos el sonido de casi toda su actuación, porque no consiguieron conectar con ellos. De hecho, para que os hagáis una idea de la monotonía imperante, os diré que su música jamás hubiese podido ser el leitmotiv que acompañase a ninguno de los personajes de “El Bueno, el Feo y el Malo”, sólo si Leone hubiese ampliado su trilogía del dollar con otra película titulada “Il Cansino”, la música de The Shellac Family hubiese podido formar parte de su banda sonora. Pese a todo, queda confirmado que la tormenta que ayer restalló sobre Madrid, comenzó justo antes de que ellos saliesen a tocar. Y también que pese a que te guste o no su música, The Shellac Family se mostraron y ofrecieron correctos y muy educados sobre las tablas.
MITTENS (NO SOPORTO EL INDIE POP… PERO): he de reconocerlo, tampoco soporto el indie pop en general ni el indie pop patrio en particular. Y mucho menos el “blandi-pop” o el “tonti-pop”. De hecho dentro de este género el estilo que más me atrae es el “¿pop qué no te callas?”. Los emergentes Mittens, que presentaban ayer en directo su primer álbum de estudio -“Deer park mirage”-, son un grupo más, de los que se pueden englobar dentro de la órbita del indie pop… pero… Pero pese a no ser un estilo que me atraiga (la mejor forma de definir la música de Mittens es utilizar la frase con la que su vocalista dio las gracias al público tras uno de los temas tocados: “Gelatina de champán para todos”, ñoñamente hermosa sin duda), he de reconocer que su pop atmosférico con letras en inglés, supera con nota la media de lo que se está haciendo en este país dentro de este género musical (aunque como es habitual en este tipo de conciertos, la motonía y el insulsismo siempre acaban estando presentes). También hay que reconocer que tienen una vocalista: Ana, Anita, Ana, con una voz sedosa y envolvente. Y un buen puñado de canciones: “Insane”, “I shot the skier” -del disco antes citado- y sobre todo: “Toxic black mold” y “Rock garden silver jubilee” de su último EP, publicado en 2008, que también defendieron notoriamente en el escenario. Además derrocharon clase y buenas maneras. De hecho, lo primero que hizo Ana tras saltar la banda a escena fue agradecer la presencia del grupo anterior -The Shellac Family- en su concierto. Y por supuesto terminaron agradeciendo al público asistente su presencia de forma más que sentida y emocionada. Como dirían en mi tierra: los Mittens son mu´ lindos y de corazón y pese a no comulgar mucho con su música, espero que les vaya bonito, porque la honestidad siempre merece ser recompensada.
3 comentarios:
Amigo Lorenzo, lo que tú llamas un banjo se llama ukekele. Lo que llamas gorjeo a lo Heidi se llama yodel...
Para tu desconocimiento, los Shellac no hacen folk... Y para terminar, me da cierta penita que sólo se te venga a la cabeza para hacer peregrinas comparaciones "El bueno, el feo y el malo". ¿No se te ocurre ninguna con música hillbilly?
Ay, Lorenzo, Lorenzo, Lorenzo...
El pecador de la pradera
Barrabas (sin acento en la última "a"), tu forma de reñirme, de leerme la cartilla en definitiva, de forma tan educada, me ha recordado a las charlas que de pequeño me daban mis padres (bueno, aún hoy me las siguen dando) y por eso quiero agradecerte tu sutileza y saber estar, algo que a mí muchas veces, por no decir casi todas, me falta. Espero de corazón que sigas comentando y matizando de forma tan acertada cualquiera de mis escritos.
Un abrazo, pecador de la pradera azul ("blue grass" en definitiva).
se llama yodel, infraser.
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