jueves, 19 de mayo de 2011

DESCONCIERTOS (JOE CREPÚSCULO Y RAÚL QUERIDO)



Concierto celebrado el pasado martes 10 de Mayo de 2011 en El Sol (Madrid). Público: 60 personas aproximadamente.

El 10 de Mayo ya puede ser considerado después de las actuaciones de Querido y Crepúsculo, como el Día Nacional de la Tomadura de Pelo o la Fiesta Conmemorativa de la Gran Mentira que Esconde el Indie Gafapástico Patrio.
Pero vayamos por partes. Raúl Querido es un (tipo) listo que surge de la por desgracia más que abundante corriente de indie musical (mal entendido) que asola este país. Como todo buen gafapastas que se precie, cree ser poseedor de la verdad más absoluta con respecto a cualquier tipo de temática; tendencia; corriente cultural, social y/o económica; situación; moda o suceso; y arremete contra todo aquello que no se amolda a sus gustos y criterios: desde la música de Amaia Montero a los artículos de Salvador Sostres, pasando por las nuevas corrientes que surgen del mundo del Arte, por poner sólo algunos ejemplos. Como sabéis los que leéis este blog habitualmente, yo soy un defensor acérrimo de la crítica mordaz, ácida y agresiva, en la onda de mi admiradísimo Antonio Gasset, y por tanto, que alguien se dedique a dar caña a diestro y siniestro, a través de unas letras cargadas de rabia, ironía, cinismo y mala leche, es algo que me parece cojonudo y en la mayoría de los casos, hasta necesario. Lo que verdaderamente me toca los cojones no son por tanto, los irónicos, y para mí en algunos momentos, hasta divertidos esputos que Raúl Querido suelta en sus composiciones, sino que en el fondo, él surja y esté inmerso dentro de esas tendencias culturales que tanto critica. Me explico con un ejemplo: imaginad el contrasentido y la rabia que os provocaría el hecho de que yo, después de criticar desde este blog, día sí, día también, determinados estilos musicales como el “tontipop”,  formase pasado mañana un grupo precisamente inscrito dentro de los parámetros de este género. Pues bien, eso es precisamente lo que hace el señor Querido: arremete contra figuras del indie pop patrio como Christina Rosenvinge (a mí me hace muy poco tilín también, la verdad), pero en cambio es coleguita, fan, admirador e idolatrador de toda esa retahíla de despropósitos que a su vez también se inscriben como grupos de indie pop y que están asolando con sus mierdas la cultura de este país, del tipo: Diploide, el propio Joe Crepúsculo, Hidrogenesse, Astrud, Chico y Chica… (que no es que me hagan poco tilín, sino que me revuelven las tripas). Y lo peor de todo es que forma parte de ese movimiento gafapástico de intelectuales superiores, surgido desde esa secta que no nos engañemos, es La Fonoteca y que a su vez es secundado por la mayoría de publicaciones, webs y radios “independientes” (y un huevo) que salpican nuestra geografía, que se dedican a ensalzar a todas estas mentiras del Arte en general y la Música en particular, por el mero hecho de considerarlos unos exquisitos outsiders que escapan de los convencionalismos, pero que en el fondo por su número cada vez más masivo, han creado un nuevo movimiento musical poderoso, mayoritario y alienado, cimentado en el mamarrachismo y lo que es peor, en la ausencia de talento, una escasa técnica en la ejecución y una mediocridad compositiva desoladora. Arropado por estos intelectos de chichinabo, también se permite el lujo de criticar productos de radiofórmula como Amaia Montero (que es una mediocridad, es algo en lo que estamos de acuerdo), pero sin embargo, al estar adscrito al Movimiento del Gafapastismo y ser él mismo una de esas mediocridades tan de su gusto, que basan su arte en la falta de talento (ni tiene voz, ni sabe tocar y en cuanto a lo ingenioso de sus letras, el tono general tampoco es que sea para tirar cohetes), pues no tiene cojones para arremeter contra toda esa otra mierda que surge de las entrañas de dicha corriente o “Movimiento” anteriormente citado. En cambio, sí que se atreve con el deplorable Salvador Sostres, polemista de profesión que ahora escribe en El Mundo; pero no os engañéis, no lo hace porque sus opiniones le repateen, sino porque es un tipo que no ha tenido la suerte de caer en gracia a los pilares del “Movimiento”, y por tanto es carne de cañón para ellos, igual que ellos lo son para él. Y es que, Sostres y Querido, tanto montan, montan tanto, porque en el fondo los dos basan sus carreras en el querer vivir a través de la polémica y de la crítica feroz hacia todo lo que se les ponga delante de las narices, les guste o no. El peligro es que disparan para una dirección u otra, según sople el viento; vamos que son chaqueteros profesionales. Por eso Sostres cuando escribía para periódicos catalanes criticaba ferozmente al resto del Estado Español y en cambio ahora que escribe en El Mundo, se ha vuelto más conservador y “españolista” que el propio Pedro J., ante el que seguramente se arrodille cuan súbdito abnegado cada vez que esté delante suyo. Y por eso, Raúl Querido no tiene problemas en criticar el Arte actual que asola nuestros museos y salas de exposiciones en una de sus canciones: “La exposición de arte era una basura” (totalmente de acuerdo, aunque nunca hay que generalizar), pero sin embargo defiende su “arte” basado en los mismos pilares que sustentan esas obras que él define como basura: el engaño, la tomadura de pelo, la jeta y “el todo vale”. En el fondo, las “obras” (tomaduras de pelo todas ellas) de los artistas en general, músicos en particular y teóricos y defensores adscritos al “gafapastismo”, se basan en los mismos principios que rigieron el que a mi modo de ver ha sido uno de los grandes azotes del Arte a lo largo de la Historia: el Dadaísmo. A principios del siglo XX, un buen número de personas que se consideraban a sí mismos (igual que ocurre ahora, repito, con el típico gafapastas de pro) como eruditos e intelectuales superiores, pero que en el fondo tenían escasas cualidades y en la mayoría de las casos una nula formación artística, decidieron cargar contra todo el Arte considerado como convencional y no contentos con ello, contra todo el nuevo Arte de Vanguardias             -Cubismo, Surrealismo, Futurismo, Abstracionismo…-, por el mero y simple hecho (no os engañéis) de que ellos no eran capaces de crear obras artísticas comparables en calidad y/o belleza y/o sublimidad, a las que tanto denostaron. De ahí que se inventaran toda una serie de conceptos y teorías con las que poder sustentar esa falta de talento, y una vez creadas, dar rienda suelta a su faceta artística “no convencional”, que en el fondo lo que condensaba era una tomadura de pelo generalizada con la que se descojonaron de todos aquellos insensatos que les siguieron el rollo (que fueron y siguen siendo muchos). Y así se llegó a encumbrar mierdas tan gordas como el famoso “urinario” de Marcel Duchamp. Y así se hace lo mismo en la actualidad, con mierdas tan gordas como las canciones de Raúl Querido. Porque en el fondo vivimos en una sociedad plagada de gilipollas que dan cobijo y amparo a todas estas propuestas, con las que sus artífices realmente lo que están haciendo, es reírse de dichos gilipollas en sus propias caras, como ya hicieron en su momento los dadaístas antes citados. Que sean unos caras no implica que no sean listos (al César lo que es del César) y por eso, tipos como Raúl saben que en el fondo ese mundo gafapástico en el que vive y se refugia, es para el resto de mortales que vivimos fuera de sus fronteras, una tocada de cojones en toda regla, y por tanto él mismo se autoinculpa y pide encarecidamente al público que se desquite con él mediante el insulto. Lo que pasa es que esto es una especie de entonación del mea culpa hecha con red, ya que sabe a ciencia cierta que precisamente la mayoría de público que acude a sus actuaciones o a las de los grupos a los que suele telonear, son bastante afines al indie pop y pachanguero dentro del que él se mueve, y por tanto se corren de gusto con sus tontás, o bien, son demasiado pusilánimes como para enciscarse verbalmente contra su figura. Si realmente fuese tan valiente como nos quiso hacer ver, lo que debería hacer a partir de ahora es telonear a otro tipo de bandas, de tipo punk, hardcore o metal duro, a ver si con quinientos “crestas” o “melenudos tatuados” delante, tiene tantos huevos como para pedir que le insulten. O ya puestos, también se podría dedicar a tocar en fiestas de pueblos a partir de ahora. Ya os digo yo, que no haría ni falta que pidiese que el público le insultase, porque al segundo tema ya estaría siendo arrastrado por la masa enardecida al pilón, para ser ahogado. Aunque siendo realistas y sin dejarme arrastrar por ese odio irracional que siento ante propuestas de este tipo, he de confesar que precisamente el tener los cojones suficientes como para salir a un escenario a reírse literalmente de los presentes, es seguramente la mayor virtud que posee este singular “compositor” y “cantante”. Y es que, la sabiduría popular casi nunca se equivoca y ese famoso dicho tan arraigado en mi amada Castilla que dice que “en el mundo tiene que haber de to´”, parece hecho a la medida de tipos como el señor Querido. Eso sí, esto no es óbice para que también pueda aplicársele ese otro dicho también tan arraigado en la Castilla profunda de “a este le quitaba yo la tontería con un buen par de hostias bien das´”. En definitiva, “querido”, a mí no me engañas. Puede que hayas tenido la suerte de que unos cuantos te sigan el rollo, pero en el fondo, tú y yo sabemos que lo que haces, es una mierda del tamaño de la cabeza de tu “admirada” Amaia Montero.
Lo de Joe Crepúsculo es todavía aún peor, porque encima, y debido en gran parte al reconocimiento obtenido desde todos esos medios indies a los que ya he aludido en este texto, que se corren con mierdas de su estilo; el tipo se lo tiene tan creído que pienso que hasta él mismo ha caído preso de su propio engaño y piensa que sus canciones son la única opción que salve la música actual. Altanero y egocéntrico hasta límites insospechados, no dejó ni un solo instante de vanagloriarse ante un público, que no lo olvidemos, no pasaba de las sesenta personas. Pero eso a él, portada de publicaciones musicales independientes, reconocido como uno de los grandes artistas dentro del indie estatal, sobre todo desde su Catalunya natal (cuando se darán cuenta de que no hay que encumbrar todo lo que surge de tu tierra por el mero hecho de ser un producto autóctono y que sería mucho más decente hacer críticas basadas en la objetividad sin tener en cuenta patrias ni banderas) y abanderado del “indie / pop qué no me voy a reír en tu puta cara con mi mierda de música, si hay toda una corriente de opinión detrás que me arropa y me dora la píldora”  que se hace este país; le suda los cojones, sobremanera. Y ante esa escasa audiencia se dedicó a desgranar temas tanto de sus trabajos pasados como del que será su cuarto largo publicado: “Nuevo Ritmo”, del que tan sólo cuatro canciones son nuevas y el resto son a su vez, relecturas de canciones anteriormente publicadas. Y el que para la prensa especializada (¡ay qué joderse!) es sinónimo de buen hacer, innovación y frescura; volvió a dar todo un recital de ese techno pop trasnochado y pachanguero que por momentos recuerda a unos OBK, que por ser más comerciales fueron y son despreciados por la misma prensa especializada que a él le llena de elogios, y por momentos trae a la mente a los Fangoria más festivos (pero con mucha menos calidad, que ya es decir). Vamos, un refrito de ritmos en la onda de la típica banda de pueblo, con toques al estilo de los grupos que copan las listas de Los 40 Latinos y demás rollos propios de la radiofórmula; que sin embargo es denominado por los entendidos gafapásticos como techno cumbia novedosa y original. Un despropósito compositivo cimentado en una horripilante voz, desganada y aséptica, que sin embargo es definida por los que nos quieren vender la misma moto de siempre, como una voz poco trabajada. Un compendio de letras pueriles y faltas de chicha, que son en cambio ensalzadas por la crítica independiente como letras profundas y surrealistas. Una desgana y falta de actitud en escena que contrasta con esa forma de ser, tan propia del típico tío que va de sobrado, que bajo el tamiz de los eruditos del indie es entendida en cambio, como un ejemplo elogiable de la profundidad de su alma y de su innato carisma. En definitiva una mentira aún más grande que la de Raúl Querido, un ejemplo más de que la crítica especializada, esa que no da bola a bandas como unos The Quireboys que arrasaron tan sólo cinco días antes en este mismo escenario, abarrotando la sala y dando toda una lección de profesionalidad tras más de veinte años de impoluta carrera, está dando bola a toda esta pantomima mientras dilapida las expectativas de otras muchas buenas bandas que surgen a patadas en nuestro país, sin hacerlas ni puto caso y machaca en general la música que se escapa de los parámetros del cada vez más recalcitrante indie pop de los cojones. Vergonzoso, lo mires por donde lo mires.
CLICKAD MALDITOS, CLICKAD- enlace al videoclip del tema "El día de las medusas" de Joe Crepúsculo: http://www.youtube.com/watch?v=yfU-AA8rsv8

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Joé, esto es más largo que un día sin pan...

A lo que iba. Es una lástima que no te tomes las canciones de Raúl Querido como él mismo las concibe: de coña. Si algo se desprende de su "música" es, precisamente, que no hay que no tomarse nada de esto que nos cuentas demasiado en serio. Sigue quejándote, a mí él por lo menos me arranca una sonrisa.

Uno que pasaba por aquí.

Ángel LAmenor dijo...

Curiosa y sesuda crítica.

Sinceramente, creo que donde te equivocas claramente es en tus magnitudes.
Hablas de esta, según tú, "corriente" como si fuera un movimiento mayoritario, cuando todo esto no deja de ser gente que tiene una afición y es feliz aprovechando su tiempo libre en ella.

No creo que hagan daño y nadie, y nadie tiene porqué aguantarlo si no quiere. Por ello, no se merece un menosprecio de tal calibre como el que has tenido.

Y para terminar, un consejo personal: si uno no respeta, que luego no exija que lo respeten.

Un saludo

Fernando dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

jajajjajaja buenísimo! Me a gustado un montón!! que sepas que me sacaste esa sonrisa que tu sabes... que eres un chulón!
MUCHOS BESOS

Pablo


jajajajajaja ajjjajajajaja ajajjajajajaa jajajaja ajajjaja ajjaj

Anónimo dijo...

hola,
me gstaría aclararte que el dadaismo forma parte de las corrientes a la que se denomina abstracionismo así que lo que dices sobre en tu apartado de erte es un poco erróneo, además duchamp está considerado el teórico del de arte más importante de la historia, y tildar de mirda su urinario, te convierte en el mismo tipo de retrógrados que no se lo dejaron exponer a pesar de que para hacerlo solamente había que pagar. Aunque sea defícil explicarle a alguien que evidentemente no tiene mucha formacion artística lo que por ejemplo el urinario representa, lo voy a intentar: todo es arte si el artista lo llama arte, y todo cambia según el contexto en el que se encuentre.
por otra parte tampoco parece que tengas mucha idea de música porque decir que astrud e hidrogenese son mirdas tambien, cuando sus letras son de lo mejorcito que se ha escrito en este país... esto si que me niego ha explicartelo.
así que en definitivamente, ¿si no sabes torear pa que temetes?