Concierto celebrado el pasado viernes 29 de Abril de 2011 en El Sol (Madrid). Público: casi lleno.
En muchísimas ocasiones (y a los que leéis habitualmente este blog os consta) he repetido la cantinela de que los teloneros han sido a la postre lo mejor de tantas y tantas noches, en las que han acabado superando en actitud y calidad (pero sobre todo en lo primero) a las bandas cabezas de cartel. Yo creo sinceramente que esto es debido a que en la mayoría de los casos, dichos teloneros suelen ser grupos que están empezando sus andaduras y derrochan la energía propia de los que saben que las oportunidades hay que aprovecharlas al máximo, porque estas pueden no volver a repetirse. Suelen poseer por tanto, altas dosis de ilusión y de ganas, y esto a fin de cuentas es uno de los principales motores a la hora de hacer que una actuación en directo guste más o menos. Digo esto, porque Castlevanians fue un ejemplo más de grupo telonero que acabó llevándose el gato al agua, ganándose el respeto, el cariño y el beneplácito del público asistente, y por supuesto, el mío propio. Los valencianos ni siquiera estaban anunciados en la programación de la sala y su actuación nos pilló a muchos por sorpresa. Con tan sólo un E.P homónimo autoeditado, dieron toda una lección sobre las tablas de templanza y profesionalidad. Sus canciones son un conjunto de melodías de pop-rock en inglés en la onda de bandas como Coldplay, elegantes, plagadas de claroscuros, ambientales y casi esotéricas en las que lo más destacado es sin duda la voz de un Alberto Beltrán que estuvo muy intenso toda la velada y dotó de un enorme dramatismo a todo el conjunto. A mí me engancharon y me convencieron y ahora sólo espero que su carrera tire para adelante, porque o mucho me equivoco, o van a ser una banda con un futuro más que prometedor, que va a darnos más de una alegría.
Tras el cuarteto levantino, llegó el turno de Polock que han causado sensación dentro y fuera de nuestras fronteras con su álbum de debut: “Getting Down The Trees”. Como si la música casi hipnótica de los predecesores Castlevanians les hubiese anestesiado, en los primeros compases de su actuación se dedicaron a ejecutar canciones decentemente pero les faltaron la chispa, energía e intensidad que se les presuponía, por lo que su rock de clara raíz anglosajona sonó a copia regulera de esos The Strokes e incluso Franz Ferdinand a los que tanto recuerdan. Arropados por un público entregado desde el principio pese a estas deficiencias iniciales comentadas, el quinteto valenciano comenzó a crecerse y lo que es más importante a interpretar sus canciones desde las entrañas, mostrándonos todo ese fondo musical del que tanto se ha hablado, por encima de unas formas (que todo hay que decirlo, son muy buenas). Especialmente emperrado en elevar el tono del concierto estuvo Papu, que acabo imponiéndose por encima del resto de la banda, ofreciéndonos unos registros vocales soberbios, que a mí personalmente me trajeron a la mente en muchos momentos a Brian Molko de Placebo. Esa parte de alma que faltó en los compases iniciales acabó por aparecer con rotundidad en el resto del bolo, provocando que lo que a priori pareció un sonido “surgido de” e “influido por”, acabase mostrándose como un sonido original con marca registrada -Polock, ni más ni menos-. Una marca que nace de las influencias anteriormente comentadas e incluso de bandas primigenias y no contemporáneas como The Velvet Underground, pero que crece a partir de unas características únicas y propias, cimentadas en una rugosidad y aspereza que dota a su música de unas altas dosis de madurez y dramatismo. Muestra de ello fueron las sobrecogedoras interpretaciones de temas como “Fireworks” y sobre todo la que para mí es la gran joya de su repertorio: “Nighshot”, con las que acabaron por convencerme de que efectivamente su música está muy por encima de la media.
CLICKAD MALDITOS, CLICKAD- enlace al tema "Nighshot" de Polock: http://www.youtube.com/watch?v=3GNbya6WCPI
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