domingo, 27 de junio de 2010
DESCONCIERTOS (ZENO & THE STOICS Y STILLDAWN)
Concieto celebrado ayer en El Sol, Madrid. Aforo: 100 personas aproximadamente.
STILLDAWN (ROCK CON MAYÚSCULAS): a los cinco minutos de salir al escenario la banda malagueña ya tenía en el bolsillo al público asistente, jugando con ellos a su antojo. Y os aseguro que yo no las tenía todas conmigo, porque el personal que se acercó ayer a El Sol venía fundamentalmente a ver a la banda cabeza de cartel: Zeno & The Stoics; a priori, un grupo más cercano al pop que al rock pesado y contundente de Stilldawn. Sin embargo, éste es sin duda uno de los conciertos (y he visto ya varios miles en estos casi diez años de relación que mantengo con la sala) en los que la gente ha estado más atenta al grupo telonero y más ha disfrutado con ellos, gracias sobre todo a ese elemento definitorio y definitivo del rock, que no es otra cosa que la actitud. Pero vayamos por partes. Antes de nada quiero comentar el estilo musical de esta banda a la que no conocía de nada y que me ha sorprendido gratamente. Formados en 2002 y tras varias maquetas, presentaron ayer en Madrid el que es hasta la fecha su primer y único disco: “The way you want it” (una joyita de ocho temas que tengo el privilegio de tener ya en mis manos, gracias chicos por tan gratificante regalo). Rock de fórmula básica: guitarra, bajo y batería con claras influencias del sonido Seattle, en especial de bandas como Alice in Chains y sobre todo Pearl Jam y Soundgarden. Buena muestra de ello son estos dos temazos rotundos, poderosos e intensos que deberían ser de obligada escucha para todo buen amante de la música: “Running man” y “Lonely is”, donde la voz de Lars Otto Bogyo cumplió la difícil y gratificante misión de transmutarse en Cornell y Vedder a la vez, dos de los mejores cantantes de las últimas décadas y hacernos sentir que estábamos ante un nuevo “Hunger strike” (Temple of the dog) interpretado a dos voces salidas de una misma garganta. Igual de rotundas sonaron “Vodoo doll”, “Paralizad waiting” y “The way yo want it”. Trallazo tras trallazo. Cojones sobre cojones. Riffs de guitarra infernales. Bajo y batería restallando en nuestros cerebros grabando esta actuación a fuego en nuestro recuerdo. Y por encima de todo…. Y de todos….
LARS OTTO BOGYO (ROCK ´N´ ROLL ATTITUDE): el cantante de Stilldawn es sin duda uno de los frontman más carismáticos que ha pisado las tablas de El Sol en los últimos meses. De orígen sueco pero afincado en Málaga desde hace años, su extraño acento a lo Mickey O´Neil (Brad Pitt) en “Snatch” (“Cerdos y diamantes”) ya de por sí sólo, sirvió para definirlo como un tipo con personalidad, mucha personalidad; para describirlo como a ese malo canallesco y bravucón de película, con el que siempre acabas identificándote. De presencia poderosa y con una cara esculpida a cincelazos (podría ser el doble de ese otro actorazo que es Jason Statham, fectiche del director británico Guy Ritchie), Lars llegó, vio, cantó como los ángeles (del infierno), bebió y venció. Activo (a lo Iggy Pop), de rostro híper-expresivo (a lo Joe Cocker), motivado y motivador, generoso y rotundo. Todo un espectáculo que acabó exhausto, sin camiseta y empapado en sudor. Con actitud, o lo que es lo mismo, con autenticidad. Es decir, la antítesis de ese nuevo ídolo del indie patrio que es Aldo Comas (líder de San Leon), sinónimo de papanatismo, paparruchismo y postureo falso y poco creíble. Porque no es lo mismo actuar con honestidad (Lars) que ser un actorucho de tres al cuarto de los que posan en la foto pero luego no tienen ni puta idea de interpretar (Aldo Comas). Porque la accesibilidad, la simpatía y el buen rollo no se pueden fingir. Le pese a quien le pese.
ZENO & THE STOICS (HACE UN AÑO…): hace exactamente un año y once días que esta banda madrileña visitó El Sol. En aquella ocasión les dediqué estas palabras…
PREJUICIOS Y PRESAGIOS: soy de los que piensan que existe una especie de ley no escrita que dictamina que la gente bien (niños y niñas de papá, repeinaditos, poco canallescos, de los que visten camisita por dentro de los pantalones y lucen moreno tanto en invierno como en verano) y la gente guapa, no suelen dar la talla en esto del mundo de la música (hablo de MÚSICA de la de verdad, no de productos vacuos de radio-fórmula donde ocurre todo lo contrario: da igual que cantes de puta madre, que como no tengas una cara bonita o unas piernas esculturales, o un culo duro como una piedra o unas tetas jugosas y grandes como sandías, no te comes un colín. O esto o tienes algún defectillo que las compañías puedan utilizar para explotar el cuento del patito feo convertido después en cisne, como la gordura y paletismo de Rosa de España, por poner un ejemplo).
PREJUICIOS Y PRESAGIOS (Y 2): por eso los más grandes de la música han sido y son feos: Janis, Jagger, Bowie y Mercury y sus respectivos dientacos, Townsend y su narizota, Malcolm y Angus, Iggy, Rod Steward y tantos y tantos otros. Digamos que tienen un sex-appeal acojonante, que muchos poseen un carisma que puede llegar a provocar pasiones, pero guapos lo que se dice guapos no son. Y los que sí lo han sido como Morrison y Kobain parecieron intentar de todas las maneras posibles afearse para no ser la excepción que confirmase la regla: el primero convirtiéndose en un barbudo hombre lobo y el segundo dejando que los chorretes de mierda aliñasen su pelo, vistiendo ropas holgadas y desaliñándose hasta decir basta.
PREJUICIOS Y PRESAGIOS (Y 3): lo que pasa es que los genios son capaces de seducirnos pese a no poseer esa belleza clásica tan buscada a lo largo de los siglos. Y por eso un sólo golpe de cadera de Iggy, una sonrisa bravucona de Rod o una pose diabólica de Jagger son más seductoras y atrayentes que la peonza Bisbal dando doscientos giros seguidos de 360º mientras sus ricitos cortan el viento.
Lo mismo ocurre en el fútbol: ¿cuántos genios del balón habéis oído que hayan nacido en un barrio como el de La Moraleja? Ninguno. Messi, Maradona, Pelé, Ronaldinho, todos se criaron en barriadas y favelas. Hasta el poligonero Cristiano Ronaldo se crió en una de las zonas más pobres de Madeira.
PREJUICIOS Y PRESAGIOS (Y 4): digo todo esto porque el inicio de la noche de ayer en El Sol me hacía presagiar un mal concierto. Los miembros del grupo, educaditos, bien peinados y vestidos, de los que te piden una cerveza por favor y te dan las gracias tres veces, de los que se ponen la muda limpia antes de tocar siguiendo el sabio consejo de sus madres que les avisan que hay que tener siempre los calzoncillos limpios por lo que pueda pasar. El público, escaso y perteneciente al mundo del "chachismo" y del "pijerío". Guapas y guapos de cuerpos supraterrenales, diosas y dioses de la Belleza, fervientes devotos de la religión del todopoderoso Master-Card. Y yo, hombre cargado de prejuicios, salivando ante lo que pensaba que iba a acontecer, pensando con diabólica mala baba en las hostias verbales que iba a escribir esta mañana. Pero fíjate por donde....
LA VIDA ES BELLA: fíjate por donde, cuando los "Zeno" salieron al escenario se encargaron en pocos minutos de borrar con un par de hostiazos musicales todos mis prejuicios, demostrándome que los chicos educados y de bien, también saben tocar y muy bien por cierto. Los "estoicos" son un grupo de pop-rock, conjuntado, formado por buenos músicos que sin ademanes fueron desgranando un tema más que sobresaliente tras otro y por un vocalista con excelentes cualidades. Sonaron a U2, a Coldplay, a Strokes, a Ferdinand, y sobre todo la voz del frontman recordó y mucho a la de Robert Smith de The Cure. Sin apenas hacer ruido, fueron enganchándome y me dejaron un muy buen sabor de boca. Por poner un pero: les faltó un poco más de chica sobre las tablas, pecando en exceso de cierto soserismo escénico.
LA VIDA ES BELLA (Y 2): pero al César lo que es del César. Dieron un buen concierto y tocaron tres o cuatro temas de esos que te hacen cosquillas cuando los escuchas. Se mostraron además muy agradecidos con su público y pese a que no hubo mucha gente en la sala, se esforzaron por regalarles un buen concierto. Buen bolo, sí señor.
ZENO & THE STOICS (UN AÑO DESPUÉS…): para empezar, quiero hacer una referencia al público que acudió ayer a ver a los “Zeno”, vamos, en definitiva, a su gente. Sin lugar a dudas, de lo mejorcito que me ha tocado vivir en los años que llevo expendiendo bebidas vestido de pingüino en esta sala. Amables, agradables y simpáticos. Pero además, respetuosos con “su grupo” y lo que más les encumbra: respetuosos con los teloneros, algo nada habitual por desgracia en la mayoría de bolos que acontecen en cualquier sala de este país, donde en muchas ocasiones los murmullos, llegan a acallar a los propios músicos. Desde aquí, gracias.
Dicho esto, vayamos a lo meramente musical. Zeno & The Stoics, volvieron a desgranar las canciones que conforman su único disco hasta la fecha: “Cosmic Catastrophe”, pero con un empaque y energía muy superiores a las de hace un año. Mucho más rodados y conjuntados. Y sobre todo, mucho más contundentes. Del “soserismo escénico” han pasado al desparrame de intensidad. Han dado un salto de calidad acojonante y se han endurecido sonando en esta ocasión mucho más rockeros que en anteriores ocasiones. Por eso, la voz de James Monk, suena ahora mucho más al Ian Curtis de Joy Division que al Robert Smith de The Cure (la oscuridad aviva el conjunto). Por eso ahora pese a seguir recordando a Bono, lo hace más al de su primera época (en especial a la del fabuloso “Under a blood red sky”), más cercana al punk que al pop; que al Bono de los últimos discos. Además la parte instrumental es mucho más anfetamínica, destacando sobremanera Fernando a la guitarra, quien nos regaló unos riffs estratosféricos en muchos momentos de la noche. Gran banda (pese a que a los gafapastas de turno les salgan sarpullidos al saber que son el grupo que firma la música de la cabecera de la serie “Doctor Mateo” -la magnífica “Elixir”-, porque ya sabéis que eso no está bien visto en el mundo de la versión original subtitulada y del librito de Saramago en la mochila, aprovechando su triste y reciente pérdida), gran concierto (que sólo unos pocos pudieron disfrutar) y sobre todo: muy buena gente (cercanos, respetuosos, afables, generosos y honestos). Un placer.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Qué bien escribes cachis en la mar..., gracias por la parte q me toca (fui público entregado). Sigo a los estoicos desde hace años y se están haciendo muuuuuy grandes. Un concierto intenso y lleno de talento. Stildawn, los teloneros, todo un descubrimiento.
Un abrazo
Otro para ti....
por si os interesa, Stilldawn han vuelto al estudio para volver a grabar, ansioso ya de oir su nuevo trabajo
Publicar un comentario