martes, 1 de marzo de 2011

DESCONCIERTOS (NOMOREBULLSHIT Y JOSÉ IGNACIO LAPIDO)



Concierto celebrado el pasado viernes 25 de Febrero de 2011 en El Sol (Madrid). Público: lleno.

En menos de año y medio esta es la tercera vez que José Ignacio Lapido visita las tablas del Sol. Como en Diciembre del año pasado, el granadino volvió a centrar su repertorio en los temas de su último álbum publicado: “De sombras y sueños” y como en todos y cada uno de los conciertos en los que le he visto actuar (que ya son unos cuantos), volvió a repasar sus clásicos, volvió a tocar sus dos horitas de rigor, volvió a llenar el recinto y volvió a hacer las delicias de sus incondicionales, que le siguen con fervor allá donde vaya. Pero no todo fue igual. El viernes, el rostro de José Ignacio emanaba alegría, y el rockero irradiaba optimismo, se le notaba a gusto y feliz, lo que se tradujo por un lado, en una sonrisa perenne que no se le borró ni un instante del rostro y por otro, en un acercamiento a sus canciones mucho más luminoso y cañero que en anteriores ocasiones. Vamos, que en este concierto por fin pudimos ver a Lapido liberarse de ese sempiterno corsé de hondo pesimismo que siempre ha arrastrado, consumiéndole e impidiéndole dar una medida de sí mismo que por fin acabó de explotar. El secundario de lo oscuro se transmutó por fin en maestro del claroscuro imprimiendo un tomo más melódico a su voz y a su guitarra, arrastrando consigo a su banda, lo que a la postre fue una virtud que permitió saborear más las poéticas letras y los exquisitos matices (otrora solamente soterrados) de sus canciones, provocando que escapase por fin de ese tono “lapidario” y apesadumbrado que en tantas ocasiones había hecho que se me atragantasen buena parte de sus conciertos. Su final a lo Steve Wynn fue ya la guinda que me acabó de atrapar y comulgar por fin sin poner ni un sólo pero, con la homilía del granadino. ¿Me estaré convirtiendo a base de repasar sus mandamientos musicales en lapidista? No lo sé a ciencia cierta, o mejor dicho, a religión cierta, pero lo que está claro es que este viernes pasado me iluminó con su reveladora forma de tocar como no lo había hecho nunca antes.
Nomorebullshit habían visitado recientemente El Sol, también en Diciembre del año pasado, y son otros habituales de la sala, como el propio Lapido. No cabe duda de que el éxito de esta banda de versiones, que para mí siempre cumple con nota, es el poseer en sus filas a Francisco Simón, un guitarrista como la copa de un pino que dota de clase y virtuosa elegancia todo lo que toca. Una vez más volvió a deleitarnos con una clase magistral de cómo extraer los mejores acordes de una guitarra en su vertiente más rockera. Volvieron a caer las habituales versiones de The Beattles, The Rolling Stones, The Veltet Underground y volvieron a ser los momentos más placenteros los correspondientes a esos dos temazos míticos que son el “Cocaine” de JJ Cale y el “Johnny B. Goode” de Chuck Berry. Es cierto que no deja de ser un grupo de amigos que hacen versiones, pero también es cierto que las hacen con una clase y prestancia que los convierte en un grupo más que apetecible para degustar en directo.
Y así, entonando el Padre Lapido que estás en Graná, tras haberlo negado más veces que Pedro al Mesías, este ateo reconvertido y confundido, se despide de vosotros hasta mañana. 

2 comentarios:

Backdoorman dijo...

Buena crónica!!!!
Ya estamos deseando ver a Lapido de vuelta a Granada.
Para nada te quedas corto con tu comentario: "Francisco Simón, un guitarrista como la copa de un pino que dota de clase y virtuosa elegancia todo lo que toca"
Debe ser una flipada ver cómo dos monstruos del rock español comparten escenario, cada uno por su lao!!

Saludos, compañero!!

Flavia dijo...

Yo estuve alli, y fue fantástico el show de los tal Nomorebullshit (los desconocía). Toda la banda rezuma rocanrol por sus poros. Lapido , bien, pero aún melancólico , demasiado para la ocasión (era una fiesta).