jueves, 30 de junio de 2011

DESCONCIERTOS (CALOCANDO)


Concierto celebrado el pasado jueves 9 de Junio en El Sol (Madrid). Público: casi lleno.

Desde sus páginas de myspace y de facebook, Calocando se presentan de la siguiente manera: “Más allá de los tópicos de la fusión y el mestizaje que limitan el género a la fiesta y el “buenrollismo”, Calocando muestra sus múltiples caras en un abanico de emociones hechas canción (...) Otorgando una importancia primordial a los textos en castellano, la voz de Samuel Castela unifica el resultado, consiguiendo que las comparaciones resulten inútiles a la hora de definir su música”. Evidentemente, en este tipo de textos promocionales, al igual que en cualquier nota de prensa que se precie, siempre se tiende al halago. Halagos que en ocasiones están justificados, pero que en la mayoría de los casos suelen ser desmesurados, nada objetivos ni realistas y
en otros tantos, auténticas marcianadas que parecen estar escritas por las madres de los músicos en cuestión, porque sino no hay Dios que lo entienda. En el caso concreto que nos ocupa -el de Calocando-, el texto escrito para presentarlos, peca de un poco de fantasioso, de un bastante de cursi y de un mucho de falta de objetividad. Peca un poco de fantasioso porque eso de que “las comparaciones resultan inútiles a la hora de definir su música” sólo lo puede haber escrito alguien que iba puesto de “tripis” hasta las cejas, o bien alguien que no ha escuchado nada de la música que se ha hecho mayoritariamente en este país en las últimas décadas. Y es que, nada más que la numerosa banda saltó a escena, y sobre todo, cuando Samuel Castela se puso a cantar, la alargada sombra de El Barrio comenzó a sobrevolar El Sol. Música, estilo y rollito similares, y un tono y cadencia de voz que parece un calco de la otra. Vamos, que más bien habría que haber escrito: “resulta inútil intentar definir su música como algo diferente a lo que hace El Barrio... y  por ende, otras cientos de bandas similares existentes a lo largo y ancho de la Península”. Peca un bastante de cursi porque eso de que “Calocando muestra sus múltiples caras en un abanico de emociones hechas canción”, es en realidad una romanticoide y algo pastelosa exaltación de unas cualidades que no son tales. Porque más que múltiples caras, Calocando muestra las dos típicas y tópicas caras propias de los grupos de su mismo palo. Esto es, que por un lado hacen lo que se ha dado en llamar flamenco fusión, que como todos sabéis está ya más visto (o mejor dicho oído) que las reposiciones de Verano Azul, y por otro el también igual de manido, desgastado y mayoritario pop aflamencado con toques de radiofórmula. Y que yo sepa, este tipo de música más que emocionar lo que hace es generar “buenrollismo” y ganas de bailoteo; precisamente esas dos cosas que el texto que estoy analizando dice que no provoca sólo su música, evidentemente porque se quiere dotar a este proyecto, que no lo olvidemos está formado por muchos miembros que nacen, viven, se reproducen y… (hostias, esto parece un anuncio de Cucal) del indie, de una mayor enjundia (algo típico de los “teóricos” del “movimiento”) que en realidad no tiene. Y por último peca un mucho de falta de objetividad, porque como ya he dicho, pese a que se empeñen en dar más enjundia de la que tiene, a lo que viene a ser el típico grupo de flamenco/pop/fusión, esgrimiendo que van mucho más allá de los cánones propios de este género -en el texto de presentación de su myspace y de su página de facebook se empeñan en recalcar que los miembros de la banda proceden del mundo del rock, el jazz, el ska y el clásico para demostrar esta teoría y definen su música como una “
invitación a un viaje de espíritu e instinto, acción y visión”, como una forma de transmitir al público unos valores que en realidad no son tales, porque que yo sepa, la típica rumbita de toda la vida (“Rezumba”), te puede provocar ganas de dar palmas y de echarte unos bailecitos, pero no creo sinceramente que haga volar a tu espíritu a cotas insospechadas-. De hecho, Calocando no sólo no han descubierto nada nuevo, sino que dentro de su estilo hay muchísimos intérpretes mucho mejores que ellos en nuestro país. El rollito más ligero de muchos de sus temas -“Amapola”, “Ven” o la ya citada “Rezumba”- es algo que bordan con más intensidad y energía gente como Tomasito, Kiko Veneno, Muchachito, Los Delincuentes y hasta el propio Lichis en su vertiente más “rumbera”. En sus composiciones más cercanas a la fusión, grupos como Ojos de Brujo les dan mil vueltas y en sus temas más dramáticos y puros como “Plata” o “La Taha” (intensos y con grandes letras, ojo) gente como El Bicho también está varios peldaños por encima de ellos.
Hechos estos matices, lo cierto es que tengo que decir que Calocando es una banda formada por excelentes músicos, destacando por encima de todos, Sergio al saxo, que logra dar un toque exótico a la mayoría de las canciones y Jorge (Vetusta Morla), que logra con sus geniales percusiones infringir un ritmo adictivo y frenético a todo el conjunto. Que pese a que no escapan de unos sonidos ya más que escuchados con anterioridad, su nivel es bastante alto y de hecho con su “flamenquito del güeno” (el hermano pequeño del Flamenco de verdad) lograrán obtener bastante éxito, porque es un tipo de música que gusta y mucho en este país. Y que hay que reconocerles que cuidan sus melodías y sus letras, lo que les eleva por encima de la media, pese a que no lleguen al nivel de excelencia y sobre todo de “buenrollismo” (quizás querer escapar de las que deben sus principales armas por estilo y sonido es lo que los pueda acabar condenando) que sí logran otros artistas antes citados. Porque no nos engañemos, la gente que gusta de grupos como Calocando precisamente lo que quiere es pasar un buen rato, divertido y ameno (algo totalmente lícito y necesario en muchos momentos de la vida), escuchando sus discos y acudiendo a sus conciertos, más allá que realizar una cura de espíritu y de alma (algo que sinceramente no creo que sea la cualidad primordial que provoca un grupo de flamenco pop). Lo que no implica que no tengan calidad (que la tienen), tablas (que las tienen) y un buen puñado de canciones -de sus dos discos publicados hasta la fecha, “Calocando” del 2008 y el reciente “La Taha” que es el que precisamente presentaron en este concierto- (que las tienen). Así que pese a que no han inventado nada nuevo y dejando de lado ese intento promocional de hacernos creer que su música posee unos valores más elevados de los que realmente poseen, tengo que decir que Calocando saben muy bien lo que se hacen y demostraron una solvencia en este concierto, que está fuera de toda duda.

CALOCANDO: VIDEOCLIP DE "LA TAHA"




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