miércoles, 24 de agosto de 2011
DESCONCIERTOS (DEMISERABLES)
Concierto celebrado el pasado Sábado 2 de Julio de 2011 en El Sol (Madrid). Público: 40 personas.
En el plano meramente musical, del grupo Demiserables en general y de este concierto en particular, hay muy poco que contar: son una especie de orquesta de la que toca en las fiestas de los pueblos, bastante amateur y bastante mala, la verdad. Sin embargo, esta formación encierra una serie de secretos y/o anécdotas, que en cambio son toda una delicia e ilustran a la perfección esa típica frase de “la de vueltas que da la vida”. Pero vayamos por partes.
Me parece de ley resaltar en primer lugar el carácter benéfico de este concierto. La banda liderada por Fredy Sanz (guitarra y voz principal) y Tony Mahillo (bajo y coros) -talluditos ambos- organizó este evento por tanto con dos fines fundamentales: obtener dinero para ayudar a dos asociaciones solidarias, una de ellas destinada a la lucha contra el cáncer de mama; y a su vez lograr un poquito de promoción, lo que nunca está de más. Este gesto, evidentemente les honra, porque no sólo cedieron todo el dinero de la recaudación a dichas asociaciones, sino que además para hacer más apetecible al público su concierto, regalaron con la entrada el único disco que hasta la fecha han publicado: “Hasta que los muertos bailen” (con cuya foto de portada ilustro esta entrada, porque considero que no tiene desperdicio, siendo para mí desde ya mismo, una carátula de culto de lo que podría denominarse la serie B de la iconografía musical). Pero como la vida da muchas vueltas y en ocasiones es bastante perra, Demiserables no lograron alcanzar ninguno de sus fines. Para empezar, no más de cuarenta personas acudieron a verles y por tanto la recaudación fue tirando a exigua. Y para terminar, y por el mismo motivo, promoción lo que se dice promoción no consiguieron mucha. De hecho, nadie habló de este concierto a posteriori, pasando totalmente desapercibido. Este batacazo encabronó sobremanera a Fredy y a Tony, que al acabar su bolo discutían sobre los errores cometidos: poca publicidad del evento; concierto veraniego en Madrid, que es probablemente la fecha en que menos público hay en la capital; cesión de la recaudación y regalo de discos, con lo que acabaron palmando bastante pasta teniendo en cuenta que tuvieron que pagar de su propio bolsillo además, el alquiler de la sala; y conocimiento y reconocimiento in situ de la escasa repercusión que iba a tener su actuación. Vamos, un hostión en toda regla.
Un hostión que sinceramente desde fuera era bastante fácil de predecir, pero claro está, a ellos les costó mucho más contemplarlo, porque si no son ellos mismos los que creen en sus posibilidades de éxito, entonces quién va a hacerlo teniendo en cuenta lo amateur y obsoleto de su propuesta. Porque las cosas como son, sus canciones son un compendio de pop/rock ochentero aburrido, de letras horribles, sin sangre, sin alma y sin energía. Un rollo “apachanguerado” manido y trillado hasta la saciedad. Su calidad como músicas deja mucho que desear (son como ya he comentado anteriormente más amateur que profesionales). Y su estilismo, indumentaria (sobre todo la de la vocalista femenina Montse Mayoral), poses, movimientos en escena y frasecitas de rigor (“vamos a mover el esqueleto”) están ajados y recuerdan a los de las orquestas de pueblo. En resumen, que su estilo está muy alejado del de la música típica del circuito independiente y también del de la música típica del circuito comercial, así que por mucho que Fredy y Tony (hasta los nombres parecen sacados de los 60´s) luchen por su éxito, mucho me temo que no van a comerse ni un colín, ni hoy ni mañana ni pasado. Hablando tras su trasnochada, tragicómica y fracasada actuación con varios compañeros de la sala, comenté que la escasez de público asistente me parecía lógica teniendo en cuenta lo amateur de la propuesta y lo mucho que se notaba lo que les imponía a estos músicos subirse a un escenario como el de El Sol. Con una sonrisa en los labios un amigo me comentó -hete aquí la de vueltas que da la vida- que sin embargo él podía asegurarme que esta no era la primera vez que uno de los integrantes de la banda se había subido a ese mismo escenario y había llenado la sala en el pasado. Estupefacto le pedí que me comentase esa historia porque parecía no tener desperdicio; y de hecho no lo tiene y además os aseguro que os va a pintar una sonrisa en los labios. El caso es que el ahora conocido como Tony Mahillo, antes de iniciar su andadura como bajista y vocalista de Demiserables, quiso probar suerte como novillero y matador de toros. Bajo el nombre de Antonio Mahillo hace ya unos cuantos años, dio una fiesta en este mismo local para celebrar la que iba a ser su puesta de largo como matador de toros. Reunió a muchos amigos, apoderado, colegas, cuadrilla y familiares. Pero lo que iba a ser una divertida celebración tampoco acabó nada bien (como en esta ocasión). El problema lo tuvo un amigo que llevó unas banderillas reales a la fiesta y empezó a bromear con el propio Mahillo: que si te las clavo por aquí, que si te las clavo por allá, que si te pongo un par por todo lo alto. Y vaya si le puso un buen par de banderillas, pero en vez de por todo lo alto, más concretamente le pinchó una donde la espalda pierde su nombre, lo que le convulsionó el rostro del dolor, teniendo que abandonar su propia fiesta en ambulancia. Lejos de aprender de errores pasados el antiguo torero volvió al mismo coso y acabó recibiendo otra herida de muerte, en este caso artística. Eso sí, su vida es para hacer una película, también de serie B, como no podría ser de otra manera. Y así concluye esta crónica que espero me permitáis brindarle al bueno de Antonio-Tony: va por usted, maestro.
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3 comentarios:
Nos chulonizamos. Un abrazo David. Lástima no habernos conocido.
PD. Por cierto, falta rigor histórico en ciertos pasajes relatados del pasado y en otros del momento. Documéntate mas.
Disculpa, por supuesto estas invitado el 11 de Octubre en la Galileo. Tocamos a las 21h. Haber si haces una escepción ampliando tu circulo de salas chulonas y nos haces otra crítica chulonizante.
Soy uno de los guitarristas que forma parte de la banda de Tony y Freddy.
Es honesto aceptar que esta banda tiene bastante de amateur; sin embargo he de decirte que, salvo Freddy y Tony, los demás tenemos una vida musical que puede decir lo suficiente sobre nuestra valía como músicos.
La aclaración la hago primero como músico, y segundo como Periodista, ya que las críticas deben no sólo reflejar el punto de vista del crítico (oficio bastante subjetivo donde los haya) sino también documentar lo suficiente al lector para evitar que se generalice cuando se habla de un puñado de músicos que se suben a tocar.
Lamentablemente en esto falta aún mucho camino que andar, después de todo la falta de rigor y/o "ampliación de información" (cosa que en un artículo es totalmente válida) obedece a cuanto conocimiento se tiene sobre este "mundillo".
Aún así, es de agradecer que te hayas tomado el tiempo de sentarte a escribir sobre los Demiserables.
Para terminar, debo decir que concuerdo con un comentario anterior, que habría sido "ético" cuando menos presentarte, al márgen de que tus líneas fueran a ser negativas, positivias o neutrales.
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