lunes, 4 de octubre de 2010

DESCONCIERTOS (ÚLTIMA EXPERIENCIA Y ALBERT SANS)


Concierto celebrado el pasado viernes en El Sol (Madrid). Aforo: poco más de 100 personas.

ALBERT SANS: el cantautor catalán defendió su maqueta “Pesimoptimista” (qué gran título) ante un público que en buen número se había acercado a El Sol a ver su actuación como telonero de Última Experiencia. Poco conocido en la capital, Albert ha conseguido hacerse un hueco cada vez mayor dentro de la escena catalana. A su favor, las cuidadas letras de su repertorio cargadas de momentos poéticos de gran altura. En su contra el tono bastante aburridillo de su actuación. El pertenecer al género de la canción de autor no es motivo para no tratar de dotar de energía a unas interpretaciones que pecaron de falta de chicha, coraje y ritmo. El ejemplo más cercano que sigue encendiendo pasiones en mi tumultuoso cerebro y lo que es mejor, en mi cenagoso espíritu, es el de Josele Santiago, que con motivo de la fiesta homenaje a Diego A. Manrique, saltó al escenario del Sol acompañado únicamente por su guitarra pero cargado de una rabia deliciosa con la que nos abrió la puerta del mismísimo infierno, regalándonos una actuación desaforada, profunda y casi mística. Albert Sans, por el contrario, lo único que consiguió abrir fue mi boca debido a los bostezos. Cuando logre vitaminar sus jugosas letras, otro gallo cantará.

ÚLTIMA EXPERIENCIA: los madrileños volvieron al Sol menos de tres meses después de su última actuación (2 de Julio de 2010). Para los que estéis interesados en saber lo que pasó en aquella ocasión, aquí os dejo la crónica íntegra de lo que escribí entonces:

ÚLTIMA EXPERIENCIA (BIEN…): al igual que Decalles (el otro grupo que compartió escenario con ellos), los madrileños Última Experiencia también visitaron El Sol, en octubre del año pasado. En aquella ocasión su concierto fue monótono, plomizo, falto de ritmo y anodino. Menos de un año después, la película ha cambiado: al igual que Bill Foster (Michael Douglas) en “Un día de furia”, los componentes del grupo se han transformado y han acabado explotando todo su potencial, han sacado toda la energía y rabia musical que llevaban dentro (que había permanecido hasta ahora soterrada) y se han desatado con una actuación en muchos momentos memorable. Tras sonar el emocionante leitmotiv de “El bueno, el feo y el malo” (del inconmensurable Morricone), Última Experiencia saltaron a las tablas. Su salida fue atorbellinada y nos regalaron varios temazos donde el rock con toques sesenteros y setenteros, contundente y apisonador, se impuso por fin a los medios tiempos más “sopoperíferos” que antaño definían su directo. Acojonantes sonaron “La espiral”, “Ha sido un placer” (donde Miguel, también cantante del grupo, se marcó unos riffs de guitarra infernales) y “Castillos de arena” (de nuevo Miguel inmenso y Luis descomunal al bajo). Y sobre todo, lo que ha cambiado en la banda es su actitud: el estatismo ha muerto. Ahora los saltos, contoneos, pataleos y el sudor son su nueva seña de identidad. Y cuánto se lo agradecemos, porque el de ayer fue un gran concierto, porque se puede afirmar con rotundidad que ya están capacitados para jugar en la Primera División de la Música.
ÚLTIMA EXPERIENCIA (…PERO CON UN PEQUEÑO MATIZ): en las canciones más blanditas de su repertorio –de momento, además de un par de maquetas y mientras esperamos la publicación de su primer largo, sólo poseen un EP: “Madrid”-, siguen naufragando, porque no consiguen mantener la intensidad lograda en sus temas más acelerados, más potentes, más rockeros en definitiva. Y es que lograr mantener el pulso en las baladas y en los temas más tranquilos no es fácil. Por eso, durante la interpretación de “Janet the planet” o “La rueda gira” entre otras, Última Experiencia se fueron diluyendo poco a poco como un azucarillo. Sin embargo, y como motivo para la esperanza, está la deliciosa y pausada “Madrid”, brisa cálida que meció nuestros espíritus. Matices aparte, buen bolo, buena actitud y seguro que buen y prometedor futuro.

Actualmente y tras ver su actuación del pasado viernes, sigo pensando que Última Experiencia poseen un prometedor futuro, porque tienen un gran directo, porque poseen un puñado de buenos temas y porque y sobre todo, Miguel cada vez toca mejor la guitarra y se está convirtiendo en todo un maestro capaz de atorbellinar con sus riffs infernales hasta los cimientos de la sala. Pero por desgracia, en esta ocasión no consiguieron progresar con respecto a su última visita. Es más, desandaron parte del camino logrado anteriormente. Me explico: pese a su buen concierto, estuvieron más desmotivados y no supieron o no quisieron poner toda la carne en el asador. Menos sudor, menos garra, menos rabia, en definitiva menos actitud y eso, por mucho talento que tengas, acaba desluciendo tu directo. Evidentemente una mala tarde/noche la tiene cualquiera y ni por asomo, la suya fue mala que conste, pero sí es cierto que les faltó chispa. No obstante volvieron a deslumbrar con temas como “La espiral” y sobre todo volvieron a deleitarme con su simpatía y cercanía. Y es que, además de buenos músicos, Última Experiencia son muy buena gente.Dicho queda.
CLICKAD MALDITOS, CLICKAD (TAMPOCO ESTARÍA DE MÁS QUE LO HICIESEIS EN LA PUBLICIDAD DE ESTE BLOG, QUE LA COSA ESTÁ MUY MALA)- enlace a un fragmento de una actuación de Última Experiencia en el Honky Town (Madrid) donde podréis disfrutar de un gran solo de Miguel a la guitarra: http://www.youtube.com/watch?v=cV80jXJZVGs&feature=related

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