Concierto celebrado el pasado jueves 7 de Septiembre de 2010 en El Sol (Madrid). Aforo: 280 personas áprox.
Tanto Álex como Aaron visitaron esta misma sala (por separado eso sí) en Abril del año pasado. No está de más recordar lo que escribí sobre sus conciertos en aquella ocasión. Empecemos por la actuación de Álex Ferreira.
EN EL RECUERDO (ÁLEX FERREIRA)
En la primera, Will Munny (ex-pistolero, ex-forajido, ex-alcohólico y ex- hijo de la gran puta) está apostado con su rifle en un desfiladero intentando acabar con la vida de un tipo que ha rajado la cara de una prostituta en un burdel de mala muerte. Eastwood -el maestro- nos muestra lo difícil que es quitar una vida humana. Los remordimientos, la mala conciencia, la imposibilidad de apretar el gatillo al saber el sufrimiento que esto generará, condensados en una secuencia maravillosa.
En la segunda, un negro con cara de cabrón recita un pasaje bíblico (Ezequiel 25, 17) antes de masacrar a balazos -sin dudas, ni remordimientos, ni cargo de conciencia y hasta dándole un toque humorístico al dramático hecho de sesgar una vida- a unos pipiolos en un cochambroso apartamento. Tarantino nos muestra que en el fondo el cine es una vía de ocio para el resto de los mortales y que no hay nada de malo y hasta es muy disfrutable impregnar de "violencia sana" (no cometida en la realidad de este mundo podrido), nuestros momentos de asueto.
Llevo dándole vueltas en mi cabeza al concierto de ayer y a qué y cómo lo iba a escribir. Mis sueños no han servido para aclarar mis ideas. ¿Debo ser comedido por saber lo duro que es subirse a un escenario y el enorme trabajo que conlleva; para no tener luego remordimientos ni mala conciencia? ¿O debo darle un toque más gamberro y tarantiniano por saber que en definitiva esto no es más que ocio y que en el fondo lo único que pretendo es hacer pasar un buen rato y generar un debate sano? Y la respuesta es que como tengo tiempo de sobra, voy a hacer dos críticas, una como si yo fuese William Munny y otra como si fuese Jules Winnfield.
Dominicano él. Con su pelazo y su forma de hablar tan dulce que parece que en vez de lengua tiene un trocito de algodón de azúcar dentro de su boca. Desde pequeñito ya imitaba a Michael Jackson. Luego se codeó con los grandes del artisteo de su país y finalmente se está haciendo un huequecito en España con varios discos y ep´s. Alabado por muchos, simpático y entrañable. Y acompañado ayer por unos musicazos.
ÁLEX FERREIRA (A LO JULES WINNFIELD)
Su voz y su pronunciación son como las de un pijo atiborrado de piruletas y caramelitos de fresa. Es como escuchar a Paulina Rubio tras haberse tragado al osito de Mimosín y al perrito de Scottex juntos. Para mí inaguantable (menos mal que los músicos que lo acompañan tienen mucho nivel). Su concierto fue como un cocido sin tocino, como un heavy sin su ajada camiseta de los Maiden, como irte a la playa y que llueva, como la alergia primaveral, como un examen sorpresa, como un piso de 20 metros cuadrados, como esos calzoncillos que te rozan el interior de los muslos, como unas bragas con la goma dada de sí; vamos, como una patada en los cojones con unas botas de "chúpame la punta".
FE DE RATA II (SOBRE ÁLEX FERREIRA): con mis reseñas pretendo hacer pasar un buen rato a la gente que las lea y generar un debate sano. Muchos me aplaudís y felicitáis, pero otros muchos me criticáis por considerar que soy muy duro e hiriente, por pensar que no tengo en cuenta en mis comentarios el duro trabajo que tienen que hacer muchos grupos o solistas antes de poder subirse a un escenario como el de la sala El Sol, por considerar que soy un cabrón irrespetuoso que no tiene en cuenta los sentimientos de los artistas de los que hablo, o porque simplemente critico a esos grupos que a vosotros tanto os gustan. Para todos los que pensáis así os diré lo siguiente: al día siguiente de escribir sobre Álex (al que no conozco personalmente), recibí un mensaje privado cuyo remitente era el propio Ferreira. En dicho mensaje me felicitaba por mi crítica, porque le había hecho descojonarse.
FE DE RATA III (SOBRE ÁLEX FERREIRA): y en un mensaje posterior me comentaba que él no solía leer críticas porque entendía que opiniones tiene que haber de todo tipo, pero que lo que yo había escrito y cómo lo había escrito, le había hecho pasar un buen rato, pese a que yo no le hubiese encumbrado como músico. En definitiva, Álex ha demostrado como yo ya intuía, que es un tío sensato, inteligente e interesante, independientemente de que a mí me guste o no su música. Por eso y para demostraros que también puedo hacer comparaciones positivas y no sólo peyorativas, quiero hacerle desde aquí un homenaje.
ÁLEX FERREIRA (DOMINICAN´S STYLE): Álex Ferreira, como persona es como el con-con churruscado de un buen locrio, como un sancocho calentito en invierno, como dos jóvenes amándose entre matas de plátanos macho, como un "picapollo" regado con cerveza, como un chupito ardiente de "Mama Juana" resbalando por tu gaznate, como bailar un merengue bien apretado al culo de una mulata, como un humeante moro de habichuelas, como un trago de Brugal Extra Viejo... vamos, COJONUDO. Desde aquí, te mando un abrazo y te deseo la mejor de las suertes, por honesto y por simpático. Ah y no te preocupes por la piratería, que yo nunca me descargaré un disco tuyo del e-mule (Lo dicho, soy un cabrón).
EN EL RECUERDO (AARON THOMAS)
AARON THOMAS: el sábado por la tarde presentando este bolo comenté que no creía que Aaron llegase a emocionarme porque en su anterior visita no lo había hecho. Pero me equivoqué: el concierto fue bastante ameno y el tema "Kill this city", exquisitamente interpretado por Thomas y su acompañante vocal me puso los pelos de punta. El australiano volvió a tocar las canciones de su único disco: "Follow the elephants", pero además presentó nuevos temas inéditos.
AARON THOMAS (Y 2): Aaron estuvo amable con el público (pese a que éste una vez más tocase los cojones con sus constantes murmullos en buena parte del concierto: yo no pagaría por ver una actuación del australiano, pero no entiendo que la gente que sí lo hizo, en vez de centrarse en el espectáculo se dedicase a hablar de la última discusión con el cuñado o de la subida del precio del kilo de tomates) y tuvo el detallazo de dedicar un tema a los camareros de la sala (el único que lo ha hecho en los muchos años que llevo currando aquí). Aaron Thomas posee una voz dulce enriquecida por la presencia de una cantante femenina (no sé su nombre, lo siento) que canta como los ángeles.
AARON THOMAS (Y 3): como veis sí existen cantantes melódicos que puedan llegar a agradarme. Lo digo para que luego no me den palos los defensores de los medios tiempos. Eso sí, hay un dicho que reza que veinte minutos en el Bernabeu se hacen muy largos para los equipos rivales; y a mí un concierto enterito de Aaron Thomas también se me hace extremadamente largo. Lo que no quita para que me parezca un profesional como la copa de un pino. Dicho queda.
1 comentario:
son un par de pesados ¡que se vallan a tomar por el puto culo! y esa gente... uhff!
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