viernes, 1 de abril de 2011

DESCONCIERTOS (LOS LEBOWSKI, JUANBO, ARAVACA MARLINS Y ALMA SOUL)



Concierto celebrado el pasado miércoles 30 de Marzo de 2011 en El Sol (Madrid). Público: algo más de ½ entrada.

El miércoles vivimos en El Sol un nuevo evento de carácter benéfico (lo que siempre es motivo de alegría), en este caso promovido por la ONG Adelante África, con el fin de recaudar fondos para la creación de un orfanato en Uganda. En esta noche participaron de forma desinteresada tres bandas y un “monologuista”. Tengo por costumbre en este tipo de actos no opinar sobre las calidades artísticas de los participantes, ya que lo que verdaderamente importa y conviene destacar es su calidad humana, por aportar su granito de arena para que puedan llevarse a cabo este tipo de propuestas solidarias. No obstante, sí que de forma lo más descriptiva posible, como si fuese un pintor costumbrista, y por tanto de forma objetiva y sin emitir ningún juicio de valor, me gustaría dar algunas pinceladas sobre todos los invitados que se subieron esta noche al escenario, para que al menos os hagáis una idea de lo que aconteció.
Abrió la noche el coro de gospel Alma Soul. El gospel es una música que debe brotar del alma y de las entrañas más que ninguna otra y a los integrantes de Alma Soul, los nervios les atenazaron sin llegar a conseguirlo.
A continuación saltó a la palestra la formación amateur Aravaca Marlins, que hizo versiones de auténticos clásicos del rock. Para que os hagáis una idea del mal rato que pasaron sobre el escenario del Sol, sólo os describiré lo que le ocurrió al bajista del grupo nada más llegar a la sala. Sentado en las escaleras que dan acceso al baño, más pálido que Melendi después de haberse fumado veinte canutos y haber sufrido “un amarillo”, luchaba abriendo la boca hasta desencajarse las mandíbulas por coger todo el aire posible para insuflarse un poco de resuello ante lo que le tocaba afrontar: tocar en directo ante público. Cuando poco a poco pudo levantarse ayudado y animado por varios amigos, se acercó a la barra casi tiritando y con un sudor frío empapándole el rostro pidió una cerveza, para dar ese trago largo que le acabara de serenar. Pero era tal su estado de nerviosismo que tras pagar la consumición se alejó de la barra dejándose olvidada la cerveza. Ya en escena, ni siquiera el calor de un público que barruntaba lo que parecía iba a ser el desvanecimiento del siglo, logró reconfortarle y con las piernas temblando más que un flan, hizo lo que pudo para no desentonar. Tras su actuación (insisto que no la voy a valorar, pero ya os podéis imaginar cómo fue),  se fue relajando y una breve sonrisa iluminó su rostro cuando por fin pudo dar ese ansiado trago de cerveza, viendo ya sobre el escenario al “humorista” Juanbo.
Podría ser muy duro con Juanbo pero no lo voy a ser. Sólo os diré que con sus chistes el público se mostró más indignado que sonriente; que apenas se le oyó, por hablar a casi un metro del micro y que su rancio humor y estilismo fueron acordes al chabacanismo imperante en programas del estilo al Noche de Fiesta de José Luis Moreno. Es más, estar estuvo y eso le honra, pero si yo hubiese sido miembro de la ONG organizadora, no se lo hubiese permitido. Es cierto, he acabado opinando, pero teniendo en cuenta todo lo que me estoy callando y la úlcera que me está provocando, espero que sepáis perdonármelo.
Finalmente y como cierre del acto, saltó a las tablas la banda madrileña Los Leboskis, que recientemente han publicado el disco: “Abrigueiro”. Tocaron temas propios de rock en castellano que recordaron desde La Frontera a Extremoduro y le pusieron ganas y energía, haciéndome pasar un rato agradable, sobre todo su cantante y guitarrista. Un digno broche a una noche en lo que lo que verdaderamente importó fueron los casi mil euros recaudados para ayudar a los niños de Uganda a creer en un futuro mejor.

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