jueves, 29 de septiembre de 2011

DESCONCIERTOS (JORGE ILEGAL Y CARAMELOS PODRIDOS)


Concierto celebrado el pasado Jueves 22 de Septiembre de 2011 en El Sol (Madrid). Público: 50 personas aproximadamente.

Caramelos podridos es en palabras de su cantante Santi Gandul una “banda homenaje de unos Ilegales a los que profesamos fervorosa admiración y un enorme respeto”. El vocalista recalcó que este término le gusta más que el de banda tributo, tal vez con la intención de desmarcarse de la profusa nómina de grupos de este cariz que pueblan nuestra península. Pero lo cierto, querido Santi, es que os joda o no, sois una banda tributo más de las que atestan nuestro país. Una banda que pese a sonar correcta; que pese a estar compuesta por tres tipos cercanos, amables, bonachones y más bonicos que el bonico del to´(mañicos de esos que ya sólo con oírles hablar te enganchan por su cercanía y humildad); que pese a que cimente sus versiones fundamentalmente en la voz del propio Gandul (qué mal suena esto), que consigue asemejarse gratamente a la del gran Jorge Ilegal y que pese a que pueda provocar (como me provocó) simpatía y empatía por tocar unas canciones de uno de los grupos más honestos y carismáticos del rock urbano de este país, y que por tanto tienen un lugar privilegiado en el corazón y la memoria de muchos de nosotros; no deja de ser un sucedáneo del original, al igual que el resto de jodidas bandas tributo que como una plaga nos asolan. Y es que, estos Caramelos podridos (que cómo no, toman el nombre de un tema de Ilegales) tocan bastante peor que Ilegales, son muchísimo menos contundentes que Ilegales, ejecutan unas versiones que tienen menos calidad, fuerza y empaque que las originales de Ilegales, son peores músicos, tienen peor sonido, tienen una presencia escénica infinitamente menor que la de Jorge y compañía (entre la que destaco la arrogante presencia del gran Willy Vijande de los primeros tiempos, presencia que sigue conservando, por cierto) y por supuesto, no poseen esas dosis de electricidad en forma de vendaval que extrae Jorge de su guitarra (sigo reafirmando que para mí es uno de los grandes maestros de las seis cuerdas que hay en España) ni la contundencia, aplomo y vigorosidad del bajo del ya citado Willy, que atronaba en muchas de las canciones originales que estos “Caramelos” versionaron durante este bolo. Algo que sucede en mayor o menor o medida con todas las bandas tributo que se empeñan en versionar a sus ídolos sin intentar aportar nada nuevo ni original en sus composiciones, lo que por un lado me genera la preguntas: ¿para qué cojones imitáis algo que no tenéis intención de mejorar, de renovar o de revitalizar? ¿Para qué cojones imitáis algo que sabéis que no podéis superar?, y por otro me provoca cierto estupor, desidia y hasta mala hostia, sobre todo en los casos de bandas tributo que se empeñan en tocar el repertorio de grupos que siguen en activo y que por tanto pueden seguir siendo disfrutados en directo por cualquier hijo de vecino. Algo que en cambio es bien distinto en otros casos como el de los geniales Zolo Zeppelín, que han elegido el repertorio de un grupo que ya es muy difícil de disfrutar en directo, que es un combo formado por unos musicazos de la hostia y que revisan los temas de sus ídolos pero tamizándolos bajo su personal óptica (mezclándolos con canciones de otros grupos como The Doors, integrando influencias de otros géneros e introduciendo nuevos matices) consiguiendo por tanto sonar distintos y atrayentes. Grupos como éste no sólo tienen un pase, sino que son cojonudos. En cambio a la profusión del resto de bandas tributo que no aportan nada, debería ponérsele freno de una puta vez.
Una vez esputada la dosis de bilis semanal, voy a centrarme ahora en lo mejor de la noche: la presencia como artista invitado de Jorge Ilegal, quien por cierto y pese a demostrar su generosidad para con estos Caramelos podridos con los que compartió escenario (algo que sin duda emocionó al trío zaragozano que acabó incluso pidiendo autógrafos y dedicatorias a su idolatrado “maestro”), birras post actuación y confidencias; no dudo en dejar bien clara su postura nada más pisar las tablas de El Sol, con respecto a este tipo de grupos, con uno de sus habituales y geniales chascarrillos: “los chavales no lo han hecho del todo mal e incluso han introducido algún cambio que estudiaré en el futuro, pero no he tenido más remedio que subirme para completar esta banda y mejorar de una puta vez por todas su sonido”. Vamos que sí (que cojonudo que alguien me admire y toque mis canciones, y yo con gusto les apoyo)…. pero no (que en el fondo no deja de ser un grupo de colegas que pese a ser mu´ majos no aportan casi nada, por no decir nada). En cuanto a lo de que iba a mejorar su sonido, ya os digo yo que lo cumplió a rajatabla. 
Y es que Jorge no subió al escenario para hacer el paripé, sino para dejar bien claro que es un genio, que como todos los grandes genios, desborda altas dosis de locura, pero también un virtuosismo, una calidad, una energía, una presencia y una profesionalidad, hipnóticas, extenuantes, arrolladoras y adictivas. Bien es cierto que sólo tocó tres canciones. En una primera tanda: “Eres una puta” (frenética) y “Tiempos nuevos, tiempos salvajes” (con un solo de guitarra memorable), y ya en el bis final: “Destruye” (que nos puso los pelos de punta gracias al dramatismo con que Jorge la interpretó, a la fuerza con que expelió por su garganta una letra que brotó desde lo más profundo de sus entrañas y a su transmutación física sobre las tablas, en un diablo cargado de odio y furia que acabó en el medio de la sala, alzando al techo su guitarra para delirio del personal presente). Pero bien es cierto, que por poder disfrutar no ya de estos tres temas, sino de la mitad de cualquiera de ellos, hubiera valido la pena pagar el precio de la entrada e incluso el doble de la misma. No contento con ofrecernos su lado más salvaje, Jorge también tuvo tiempo de aderezar la velada con sus fantásticos soliloquios. Esta noche la víctima sobre la que vertió su acidez fue un bar de Montera en el que cenó antes de la actuación unos “calamares podridos”, nombre con el que rebautizó a “su banda homenaje”.
Y para rematar la faena, Jorge invitó al escaso público asistente a tomarse unas cervezas con él al terminar el concierto, mostrándose amable, cercano y humilde. Colofón a una velada que se extendió hasta las tantas de la madrugada y que sirvió para promocionar y presentar en sociedad la web oficial de Ilegales: www.los-ilegales.net (cojonuda) y sobre todo para poder disfrutar de la presencia y compañía de un tipo corriente que sin embargo consigue transformar lo convencional en genial sin ni siquiera proponérselo. 



miércoles, 28 de septiembre de 2011

DESCONCIERTOS (JC BROOKS AND THE UPTOWN SOUND)


Concierto celebrado el pasado Miércoles 21 de Septiembre de 2011 en El Sol (Madrid). Público: 350 personas aproximadamente.

Voy a ir directo al grano. Es cierto que JC Brooks es un frontman como la copa de un pino, pero no es menos cierto que los músicos que lo acompañan son los que a la postre consiguen que el sonido de este grupazo sea distinto al de otros muchos combos clasificados como “retro”. Porque la batería de Kevin Marks y sobre todo el bajo de Ben Taylor proporcionan una base rítmica demoledora e infernal muy cercana al punk e incluso al garage (The Stooges, Booker T and The MG´s). Y porque el guitarrista Billy Bungeroth toca su guitarra de una forma salvaje extrayendo de su instrumento unos riffs incendiarios que otorgan una base muy rockera a todo el conjunto. Digo esto porque me parece un poco injusto que en el nombre de este cuarteto de Chicago se otorgue un lugar prioritario a su cantante, cuando en realidad todos sus miembros aportan grandes dosis de calidad que en definitiva son las que hacen de su sonido algo especial y sugerente. Un sonido que para que os hagáis una idea, repite una fórmula parecida a la de mis adorados The Bellrays, donde la felina voz 100 %  soulera de Lisa Kekaula se eleva sobre unas bases muy rockeras y también con ciertas dosis garageras e incluso psicodélicas. Banda que por cierto no se denomina Lisa Kekaula and The Bellrays, por poner un ejemplo, pese a que en este caso concreto, la voz de ésta aporta sin lugar a dudas mucho más empaque al conjunto que la del propio JC al resultado final de sus The Uptown Sound.
Con esto no quiero restar méritos al señor Brooks -que conste-, sino resaltar los del resto de sus compañeros. Una vez hecho esto, ahora ya sí, toca ensalzar al frontman de esta banda. JC Brooks es un bigardo que exuda magnetismo, sensualidad y energía. Tocado con su impoluto traje, se comió el escenario con sus contoneos y movimientos y por ende acabó devorando al público asistente, que extasiado se rindió a sus pies como un corderillo asustado ante la presencia del atractivo lobo feroz. Y es que es muy difícil no rendirse ante los encantos de un tipo que recuerda en sus movimientos y en los temas más salvajes, al tono de voz de James Brown; que físicamente (sobre todo su rostro y su peinado) se parece al sexual Little Richard y que en los temas más cálidos y pausados consigue asemejarse al maestro Curtis Mayfield. Por ponerle sólo un pequeño un pero, hay que reconocer que a la hora de ejecutar registros altos pierde un poco de potencia en su voz, algo que no obstante intenta camuflar con unos falsetes de lo más logrados. Siendo éste por tanto el único pequeño defecto encontrado en toda su actuación, supongo que ya imaginaréis lo que os voy a decir ahora: sí, el de JC Brooks & The Uptown Sound fue un conciertazo en toda regla, donde el papel protagonista lo tuvieron las canciones correspondientes a su último disco publicado: “Want more”, que es el que han venido a presentar al público español en esta gira y del que destacaron las explosivas: “I got high” y “I can see everything”. No obstante también revisaron el fantástico “Beat of our own drum” (2009) que contiene auténticas joyas como “Baltimore is the new Brooklyn” y “Alright”, que una vez más volvieron a resultar avasalladoras en directo. El repertorio lo completaron algunas versiones tamizadas bajo su personal óptica entre las que destacó, ya en los bises,  la que hicieron del tema “Tainted love”, donde se erigió como principal protagonista el poderoso bajo de Ben Taylor.
Poco más de una hora que voló como un suspiro y que sirvió para demostrar una vez más aquesto de que lo bueno si breve dos veces bueno y aquello de que más vale dejar al público con ganas de más, que saturarlo en exceso con más paja que chicha. Así que ya lo sabéis para próximas visitas: JC y sus colegas sólo ofrecen chicha de la buena, pero tampoco os penséis que os vais a pegar un atracón de dos horas. Avisado queda.


sábado, 24 de septiembre de 2011

DESCONCIERTOS (LÁTIGOS CALIENTES, EGONÍA Y GATO CHARRO)



Concierto celebrado el pasado Sábado 17 de Septiembre de 2011 en El Sol (Madrid). Público: 150 personas aproximadamente.

Maral Producciones eligió esta noche para presentar en sociedad a varios de sus pupilos. La velada la abrió el salmantino Álvaro Pacheco, o lo que es lo mismo Gato Charro, que a la postre se convirtió, según mi humilde parecer, en el gran triunfador de la noche por ser la suya la propuesta más refrescante de todas. Comenzó su actuación en solitario y en plan cantautor, acompañándose únicamente de su guitarra acústica; pero demostrando ya una frescura que rompió con el típico esteriotipo que suele caracterizar a estos. Y es que, lejos de moverse dentro de los manidos parámetros plomizos, melancólicos y la mayoría de las veces soporíferos, que caracterizan a la canción de autor que se hace en este país, Gato Charro sorprendió con unos primeros temas cargados de ritmo, buen rollo, intención e intensidad, apoyándose en su sugestiva voz, que por momentos recordó sobremanera a la de Manu Chao -mismo deje y entonación- y en otros a la del gran Lichis e incluso a la de Kutxi de Marea en su faceta más aflamencada y eso sí con una entonación más suave y menos desgarrada que la de éste. A medida que fue avanzando su actuación, se fueron uniendo a Álvaro nuevos músicos: un trombonista primero y posteriormente un bajista y un batería. Ya en formato banda, Gato Charro atacó todo tipo de géneros fusionándolos con acierto de forma trepidante: pop, rock, jazz y rumba, todos ellos aliñados con un deje aflamencado que me trajo a la memoria a mis adorados La Cabra Mecánica, incluso en las letras, plagadas de sugestivas y jugosas metáforas. En su repertorio cayeron temas de su primer trabajo: “Reconstrucción” (2008), pero sobre todo del que es hasta la fecha su último y reciente largo publicado: “Ven”, destacando: “Canalla”, “Dos copas”, “Perdío” y “No me apetece (desmadre)”. Para mí fue un grato descubrimiento, pero teniendo en cuenta su trayectoria: ha tocado y colaborado con Xoel López (Deluxe), Pereza, Albertucho, Los Coronas y Muchachito entre otros, parece lógico que me sorprendiese y que poco a poco consiga hacerse un hueco cada vez más grande en este difícil mundo de la música.
Tras Gato Charro saltaron a escena los noveles Egonía. Esta banda madrileña ha grabado ya su primer disco: “Vacancy”, que es un compendio de pop/rock en castellano, tirando a blandito y bastante poco novedoso, la verdad sea dicha. No obstante hay que reconocer que pese a ser una banda del montón, no lo hicieron del todo mal y  le pusieron muchas ganas. Ganas que a la postre hicieron que temas como “Made in U.S.A.”, “Como ayer”, “Nos llamamos ya si eso” y “Lucha”, sirviesen para encender al público presente y para provocarme la sensación de que al menos habrá que concederles en el futuro el beneficio de la duda (con muchas reservas, eso sí).
Y por último les llegó el turno a los considerados a priori como plato fuerte de la noche. No en vano Látigos Calientes está formado por dos nombres más que conocidos en el circuito independiente de punk y rock nacional: Migui Miranda y Ernesto Dueñas, que llevan desde los años noventa dando cera en bandas como Idioterne, Porros Forales, Los Rombos y Malospelos, entre otras. Sin embargo, su enorme experiencia, sus tablas y su buen hacer como músicos no hacen que este nuevo proyecto común, sea atractivo ni atrayente. De hecho, todas sus canciones -tocaron temas de su homónimo E.P de debut y temas que van a formar parte del que será su primer largo publicado: “Señoras y señores”, que verá la luz en breve- sonaron peligrosamente iguales, monótonas y sin ningún matiz o toque original que las hiciese únicas e interesantes; lo que acabó provocándome más mala hostia que otra cosa. Por no gustarme, no me gusta ni el nombre, que suena a peli porno de bajo presupuesto. ¡Qué poco futuro les veo, amigos!


viernes, 23 de septiembre de 2011

DESCONCIERTOS (MAMÁ Y DESCONOCIDOS)



Conciertos celebrados los días Jueves 15 y Viernes 16 de Septiembre de 2011 en El Sol (Madrid). Público: el jueves unas 120 personas y el viernes lleno.

Mamá reaparecieron hace apenas dos años con el disco “La mejor canción” y ahora dan continuidad a esta nueva andadura con otro largo publicado: “Sólo por hoy”. Para presentar este nuevo trabajo en sociedad tocaron la semana pasada dos días seguidos en la que siempre ha sido su casa: la sala El Sol de Madrid, espacio de conciertos eternamente vinculado a La Movida Madrileña, dentro de la cual dieron sus primeros pasos allá por los primeros años ochenta, José María Granados y los suyos. Teniendo en cuenta como está el percal actual, la apuesta del grupo de tocar dos días consecutivos, a muchos entre los que me incluyo, nos parecía un órdago un tanto arriesgado. Pero lo cierto es que con un llenazo y casi medio, se demuestra que Mamá siguen teniendo bastante tirón a día de hoy.
Para abrir ambos días, el cartel se completó con los teloneros Desconocidos, que como bien indica su nombre, han pasado bastante desapercibidos en los pocos años que llevan en esto de la música pese a haber publicado ya un disco: “No hables con desconocidos” y estar a puntito de sacar otro. La explicación a este desconocimiento nos la ofrecieron ellos mismos sobre las tablas del Sol durante sus dos actuaciones consecutivas: se trata de una banda novel, no obstante formada por músicos ya talluditos, que sienten devoción por el pop patrio de los 80´s, en concreto por el que realizaron grupos como los propios Mamá, Los Pistones y Los Secretos; que basan su estilo precisamente en esas fórmulas otrora exitosas pero actualmente ya bastante ajadas y escuchadas hasta la saciedad, sin aportar nada nuevo, sonando bastante peor que los originales y con el déficit de no poseer un recorrido y por tanto unas canciones de esas, que pese al paso de los años son recordadas por muchos con emotiva nostalgia. Vamos, que practican fórmulas pasadas con menor carisma, energía y frescura que sus referentes más inmediatos y encima no tienen una carrera pasada exitosa sobre la que apoyarse. Por eso esta formación encabezada por Juan y Carlos no tiene cabida ni en los gustos más modernos del público más joven, ni en el entrañable, vivo y emotivo recuerdo del público más mayor. Algo que corrobora el hecho de que entre las canciones que componen su repertorio, precisamente sea el tema más destacado el único que no han compuesto ellos, en concreto la versión del “Margarita” de José María Granados que grabaron Los Secretos en el disco “Dos caras distintas”. Pese a todo hay que reconocerles sus ganas e ilusión y una ejecución como poco correcta. Eso sí, pese a sonar efectivos a veces, lo cierto es que en líneas generales su directo fue bastante blandito, por no decir que la mayoría de sus canciones se acercaron peligrosamente a la moñería más inaguantable. Si a esto le sumas lo desfasado de la propuesta y lo rancio de la puesta en escena, la conclusión final es que dos días seguidos de Desconocidos empalagan más que el jodido dulce de leche. Y esto queridos lectores, es mucho empalagar.
En cambio, apenas cinco minutos sobre el escenario sirvieron para que Mamá demostrase por qué ellos sí han conseguido formar parte de la historia musical de este país, por qué siguen grabando discos compatibles con los nuevos tiempos, por qué siguen teniendo tirón y en definitiva, por qué juegan en otra división bien distinta a la de los teloneros. Porque pese a que su momento de mayor gloria ya pasó hace muchos años, el pop de Mamá sigue estando vigente y de hecho los nuevos temas que presentaron, poseen más brío y enjundia que los de la mayoría de grupos “popis” del actual indie patrio con los que tanto se corren los gafapastas de turno (le joda a quien le joda);  porque los miembros del grupo han sido y siguen siendo unos músicos cojonudos;  porque su sonido en directo es apabullante, limpio y musculoso; porque dan conciertos de más de dos horas de una intensidad increíble, sin pausas ni parones ni interludios entre tema y tema; porque espantan la moñería de sus canciones más melódicas y de temática amorosa a base de fuertes guitarrazos y del aplomo vocal de José María y de su sección rítmica y porque en definitiva, poseen una calidad sobresaliente y sobre todo un frontman como Granados que siempre cumple con creces, dejándose la piel en cada bolo (acabó exhausto y empapado en sudor) y que para mí es al pop español lo mismo que Rosendo al rock: un profesional como la copa de un pino.
El resultado final fueron dos noches fantásticas (bien es cierto que la del viernes fue mejor debido sobre todo al colorido y al calor que provocó el público que abarrotó la sala) en las que las nuevas canciones gustaron, pero en las que no obstante volvieron a erigirse en triunfadores los temas que interpretaron de sus dos discos más emblemáticos: “Mamá” y “El último bar”; destacando por encima de todos “ Chicas de colegio” y “El último bar” -con este tema cerraron el concierto del viernes tras dos tandas de bises y se vivió una comunión tan espectacular entre público y músicos que acabó por ponerme carne de gallina-.
Derroche de emotividad, clase y energía, vaya. 


martes, 20 de septiembre de 2011

DESCONCIERTOS (TULSA Y JOE LA REINA)


Concierto celebrado el pasado Martes 13 de Septiembre de 2011 en El Sol (Madrid). Público: lleno a reventar.

No sé a quién se debe la elección de Joe la Reina como banda escogida para telonear a Tulsa en su concierto de despedida, pero lo cierto es que fue un acierto rotundo. La separación de la banda comandada por Miren Iza supone para los amantes de la buena música en general y para los degustadores de su pop/rock intimista y profundo con raíces americanas -sobre todo sureñas- hecho con enjundia y desde las tripas, entre los que me encuentro, un mazazo; principalmente porque siempre nos queda la sensación de que las propuestas que más se alejan del típico y tópico indie pop patrio más moña, anodino y recalcitrante (el de los Crepúsculos, los Papás Topos, los Punsetes y demás mierdas similares) son las que por unos u otros motivos acaban desapareciendo de la música de este país. Por eso, el hecho de que se escogiera a los noveles Joe la Reina -combo vasco navarro que practica una especie de folk/rock fresco y original, también de clara raíz americana, con trazas del Dylan más eléctrico, toques de los Fleet Floxes, aires fronterizos y retazos de música del Delta, escupido de forma emotiva e intensa- para abrir esta mágica (y triste) velada, fue una estimulante forma de decir: ojito, que unos se van, pero llegan otros que siguiendo una línea parecida (sobre todo, la del buen gusto) van a proporcionarnos también muchas satisfacciones. Y es que esta joven banda, que musicalmente también tiene mucho que ver con los vallisoletanos Arizona Baby (siendo estos no obstante mucho más áridos y los Joe la Reina más cálidos y luminosos en sus melodías), pese a que todavía se muestra algo deslavazada en directo (los nervios del principio les llegaron incluso a provocar que desafinasen bastante en los primeros compases de su actuación), demostró con canciones como “Killinberry blues”, “Hold your maker´s hand” y “Back to the south” que tienen madera de banda sólida y de calidad. Destacaron sobre todo sus guitarras zigzagueantes y la voz de su frontman, que en los tonos más bajos recordó a la del gran Bob Dylan y en los tonos más elevados e intensos a la de Alec Ounsworth de Clap your hands say yeah. Si os fiáis un poquito de mi criterio os aconsejaría que escuchaseis el que hasta la fecha es su único trabajo publicado, el E.P.: “Tudanca”, que a tenor de lo visto y escuchado en este concierto, no será lo único que publiquen a lo largo de su carrera. Tras el grato descubrimiento de Joe la Reina, llegó el momento más esperado de la noche: la actuación de Tulsa, que paradójicamente suponía a su vez algo que seguramente ninguno de los asistentes hubiesen esperado y mucho menos deseado hace apenas unos meses: el final, al menos de momento, de la carrera del grupo comandado por Miren y su fiel escudero Alfredo Niharra. Vamos, que había muchas ganas de ver a Tulsa en directo, de arropar a sus miembros en esta difícil noche, pero de lo que no había ganas era de asistir a su último concierto como banda. Y es que jode que uno de los grupos que más han aportado a la música independiente española en este último lustro, acabe por desaparecer. Jode porque sus dos discos publicados: “Sólo me has rozado” (2007) y “Espera la pálida” (2010) son una delicia. Jode porque sus directos han sido siempre magníficos (incluso en una noche tan difícil para ellos como la del pasado martes, en que las emociones estaban a flor de piel, consiguieron sonar de forma impoluta, brillante e intensísima). Jode porque las nuevas canciones que tocaron en esta última actuación: “El francés”, “Verano averno” y “Tus flores” (compuesta por Ricardo Lezón de McEnroe) nos demostraron que a Tulsa todavía le quedaban muchos grandes temas por regalarnos. Y jode porque la emotiva y desgarradora voz de Miren alcanzó en este último bolo unas cotas de intensidad y calidad que no hacen sino encumbrarla aún más en el podium de mis más queridas preferencias. Llegados a este punto me gustaría recordar algo que ya escribí sobre ella en este mismo blog hace poco más de un año y que espero sirva como un humilde homenaje que le dedico por los buenos momentos que me ha proporcionado con su portentosa voz:
MIREN IZA (LA MUSA QUE TODO POETA MALDITO QUISIERA TENER): que hay muchas voces bonitas dentro del mundo de la música es una verdad como un templo. Pero que haya voces que además de bonitas sean únicas y personales ya no lo es tanto. La voz de Miren Iza es arrolladora, rota a veces, potente otras, luminosa, triste, alegre, sensual siempre, hipnótica, mágica, en definitiva ÚNICA. Y qué decir de su presencia, de ese rostro expresivo que remarca con dolor las palabras de desamor, que se ilumina con los textos alegres, que es el reflejo de un alma desgarrada constantemente. Miren Iza es el reflejo del amor que duele, es decir del verdadero amor, es el rostro de los nubarrones del alma, de las brumas grises del corazón, es la musa que todo poeta maldito quisiera tener. Porque la desazón, el desparramar los fantasmas que atormentan el espíritu en forma de intensidad interpretativa es la verdadera Belleza, esa belleza interior que verdaderamente arremolina los corazones más angustiados como el mío. Hacia mucho que no veía nada tan hermoso, hacía mucho que nadie desnudaba de verdad su alma sobre un escenario, que dejaba de actuar para mostrar realmente su turbador interior tal y como es: un ramo de rosas negras en forma de corazón mecido por las ventiscas del desamor. 
Y es evidente que yo no soy el único que se ha jodido. Están jodidos también todos los que abarrotaron El Sol en esta despedida, muchos periodistas y críticos musicales de esos que no se casan con nadie y también muchos compañeros de gremio que no quisieron perderse tan señalada fecha: entre el público presente estaban varios miembros de Amigos Imaginarios (Santi Campos incluso subió a cantar junto a Tulsa el tema “Algo ha cambiado para siempre”, de forma bastante desafortunada todo hay que decirlo), Coque Malla, Óscar Maya y Lourdes Hernández entre otros.
Menos mal que para pasar el mal trago, Tulsa nos regalaron un puñado de joyas en forma de canciones: “Matxitxako”, “A mis brazos” (versión en castellano del “Into my arms” de Nick Cave), “Araña”, “Seguramente me lo merezco” y ya en la primera tanda de bises una magistral versión también en castellano del “Till the next goodbye” de The Rolling Stones y en la segunda las tristísimas: “Contigo tocaré el cielo” y la ya mencionada “Tus flores”.
Y poco más que decir, bueno sí: gracias y que os vaya bonito.


domingo, 18 de septiembre de 2011

DESCONCIERTOS (LOS MADISON)







Concierto celebrado el pasado Sábado 10 de Septiembre de 2011 en El Sol (Madrid). Público: ¾ de entrada.
Los Madison son una coherente y efectiva banda de rock clásico que recuerda a grandes nombres del género como Bruce Springsteen o nuestro eterno Miguel Ríos, por lo intenso y emotivo de sus canciones; a 091 y en concreto a José Ignacio Lapido por lo poético de sus letras; a Dire Straits por el sonido de las guitarras de Txetxu Altube y José Luis Martín; con a su vez, una serie de temas de corte mucho más pop en los que nos traen a la memoria a Los Secretos como referente más evidente. Destacan sobre todo las ya mencionadas guitarras de Txetxu -éste firmó algunos solos estratosféricos, no en vano, además de tocar con sus “Madison” también ha colaborado con Miguel Ríos y con Quique Gonzáles- y José Luis, que son las que llevan todo el peso de las canciones del grupo y fundamentalmente la cálida y emotiva voz del propio Txetxu que se asemeja en su intensidad y en el sentimiento que transmite a la de Pucho de Vetusta Morla, pero gana enteros con respecto a la de éste, por ser mucho más contenida y con más empaque. Donde pierden enteros es en sus temas más edulcorados, ya que bajan en intensidad y se muestran demasiado blanditos. Algo que compensan con el resto de su repertorio, plagado de temas redondos. Especialmente emotivas sonaron: “Nadie”, “Ayer”, “Soldados”, “Si pierdo la cuenta” y “Desafíame”, extraídas de sus dos largos publicados hasta la fecha: “Días de vértigo” (2007) y “Vendaval” (2010), al que hay que añadir el reciente “Desafíame-en directo”, de venta en sus conciertos. Como anécdota comentar que junto a ellos cantó un tema el músico Jaime Anglada, invitado que debería estar agradecido de haber podido compartir escenario con una banda que en directo se deja la piel y consigue mantener el pulso de principio a fin de sus largas y enérgicas actuaciones, en la onda de esos referentes que tanto les marcan y que ya he mencionado al principio de este artículo: Lapido, Ríos y Springsteen. Porque el rock sin sudor no sabe igual, ni mucho menos.

sábado, 17 de septiembre de 2011

DESCONCIERTOS (ALEJANDRO GUTIÉRREZ Y LOS CHOCOLATINOS Y YUVISNEY AGUILAR)







Concierto celebrado el pasado Viernes 9 de Septiembre de 2011 en El Sol (Madrid). Público: 80 personas aproximadamente.
La diosa Yemayá, madre de todos los Orishás, es probablemente la divinidad más venerada dentro de la mitología Yoruba, cuyo culto es importantísimo en Brasil y sobre todo en Cuba. Este concierto celebrado la semana pasada, se programó para rendirle homenaje a dicha divinidad y por ende sirvió también como punto de encuentro para todos aquellos amantes de la cultura y música de raíces latinas y caribeñas. 
El cantante y percusionista cubano Yuvisney Aguilar fue el encargado de abrir la velada rindiendo un pequeño homenaje de apenas quince minutos a Yemayá y a Eleggua, interpretando una serie de cantos y rezos rituales acompañados del toque del tambor Batá y de otras percusiones que corrieron a cargo de varios de los integrantes del grupo Los Chocolatinos. El integrante y fundador de Manana -famosa banda de percusionistas cubana-, nos regaló un mini espectáculo con interés tanto musical como antropológico y cultural, curioso y efectista. 
A continuación saltó a escena el plato fuerte de la noche: Alejandro Gutiérrez, acompañado de la banda Los Chocolatinos. El cantante cubano, perfectamente secundado por esta banda especializada en ritmos latinos, cuyos integrantes son todos españoles, nos ofreció un completo compendio de ritmos latinos en general y cubanos en particular donde tuvieron cabida la salsa, el bolero y muchas dosis de “latin”. De Los Chocolatinos hay que destacar el gran sentido del ritmo que poseen y lo impoluto del sonido que consiguen en directo. Sobresalieron sin duda sus grandes percusiones y la calidez aportada por los vientos, en especial de la trompeta. Alejandro por su parte, interpretó de forma sobresaliente, gracias a su prodigiosa voz -limpia y avasalladora como el agua cristalina de una cascada- un repertorio plagado de canciones de alta alcurnia como "Sandunguera"(Los Van Van), “Xiomara Mayoral” (Irakere) o “Ligia Elena” (Rubén Blades), que se completó con temas propios en los que demostró que en el terreno en el que mejor se mueve es el del bolero. Intensas fueron sus interpretaciones también de temas como “Veneno”, “Las cuarenta”, “Jamaiquino” y “Santiago”. La actuación se cerró con una conga multitudinaria en la que se mezclaron músicos y público para gozo de los asistentes. Una actuación en la que tuvimos el placer de disfrutar de unos sonidos que no son muy habituales de escuchar en directo en esta sala y que fueron un soplo de aire fresco muy del gusto de un servidor.
La fiesta dedicada a Yemayá concluyo con la colaboración de varios Dj´s pertenecientes al colectivo Social Club Music Evolution que amenizaron con su impecable sesión al público que acabó abarrotando El Sol hasta altas horas de la madrugada.

jueves, 15 de septiembre de 2011

DESCONCIERTOS (NO MORE BULLSHIT Y DR. MARTIN´S BAND)



Concierto celebrado el pasado Jueves 8 de Septiembre de 2011 en El Sol (Madrid). Público: ½ entrada.

Dr. Martin´s Band y No More Bullshit unieron fuerzas en esta velada benéfica, con el fin de recaudar fondos para la ONG NUCBACD, que a su vez destinará el dinero recaudado para construir un hospital en Uganda. Para apoyar esta loable iniciativa, el actor Gonzalo de Castro puso su granito de arena ejerciendo como maestro de ceremonias, aunque lo cierto es que su discurso fue bastante anodino y se le notó un poco fuera de lugar. Nada que ver con las dos bandas que tocaron a continuación que estuvieron intensas y no escatimaron esfuerzos para agradar al solidario público asistente.
Los noveles (y bastante desconocidos, todo hay que decirlo) Dr. Martin´s Band, hicieron méritos suficientes como para que se hable de ellos de forma más que positiva en el futuro, aunque es evidente que todavía les faltan repertorio, rodaje en el directo y muchas horas de ensayo. No obstante la actuación de los madrileños fue digna y sirvió para mostrarnos que saben moverse igual de bien en géneros diversos, tales como el brit pop y el rock and roll más clásico. Lo mejor sin duda fueron sus inmensas ganas de agradar y de comerse el escenario desplegando altas dosis de energía y contundencia (sobre todo gracias al poderío de las guitarras). Destacaron interpretando sus composiciones propias y flojearon en las versiones que salpicaron su actuación, porque apenas aportaron nada novedoso y no se acercaron ni de lejos a la calidad de las originales, con la salvedad tal vez del “No woman no cry” de Bob Marley, que tocaron con una frescura que les reconozco.
A continuación saltaron a escena unos No More Bullshit a los que hay que reconocerles fundamentalmente su calidad humana, ya que es bastante habitual su participación en todo tipo de actos benéficos. De hecho, en su anterior visita a El Sol en Diciembre del año pasado también tocaron desinteresadamente, en esa ocasión para ayudar a la ONG Campamentos Solidarios. Pero sin duda, no es la calidad humana su única virtud. Y es que, pese a que No More Bullshit no deja de ser una banda de versiones cuyo principal propósito es tocar esporádicamente para pasárselo bien, lo cierto es que sus integrantes se toman muy en serio lo que hacen y suelen regalar directos más que dignos. En esto influye fundamentalmente el hecho de que entre sus filas se encuentra el prestigioso guitarrista Francisco Simón, pilar básico de Red House y conocido también por formar parte de aquella banda que amenizaba el programa televisivo presentado por el Gran Wyoming, Caiga quien caiga, junto con el Maestro Reverendo. Cimentadas en su intensa forma de tocar, las versiones -todas ellas adscritas fundamentalmente a dos grandes géneros: el rock y el blues- ejecutadas por este grupo, cobran pues una relevancia en muchos casos superlativa y en el resto, como poco suenan correctas. Así sonaron de hecho los primeros temas interpretados en este concierto por No More Bullshit, que salieron más fríos que en anteriores visitas y tardaron casi media hora en entrar en calor y demostrar todo de lo que son capaces. Influyo sobre todo a que esta primera parte del bolo no pasase de la corrección, el hecho de que el vocalista Antonio Montes estuviese bastante aséptico y no encontrase la tecla apropiada para transmitir emociones con su voz. Pero entonces llegó el momento de inflexión al interpretar un par de temas casi seguidos de Elvis, que ejecutó de forma soberbia (salvando siempre las distancias con el Rey, no se me enfaden oíga). Esto le dio nuevos bríos y enchufó también al resto de la banda que comenzó a destilar elegancia y contundencia tema tras tema. Cayeron ya en esta fase, soberbias relecturas de temas de The Rolling Stones, The Kinks y The Velvet Underground, que dieron paso a un brillante final en el que destacaron: “Cocaine” de Eric Clapton, “Great balls of fire” de Jerry Lee Lewis, “Johnny B. Goode” de Chuck Berry y “Walk on the wild side” de Lou Reed, a cada cual mejor. Buena música pues para un buen fin. ¿Qué más se puede pedir?



miércoles, 7 de septiembre de 2011

SONÓ EN EL 2010 ("AGRIDUSTRIAL")

LEGENDARY SHACK SHAKERS
“Agridustrial”
Colonel Knowledge Records

ROCK SUREÑO (TRES ESTRELLAS Y MEDIA)
La banda de Nashville comandada por el Colonel J.D. Wilkes, vuelve a la carga con éste, su quinto disco. Los americanos siguen manteniendo su estilo aguerrido y contundente, pero ahora, además de sus acercamientos al rock de raíz sureña, el rockabilly, el hillbilly y el country, creando un sonido personal que ellos mismos han denominado como junkyard carnival punk, nos ofrecen un mayor número de temas más cercanos al rock clásico, con estribillos pegadizos y riffs de guitarra afilados a lo AC/DC, como “Sin Eater” o “God fearing people” (con una armónica que parece salida del infierno). El mayor mérito de los “Shakers” es su facilidad para explorar todos los palos cercanos al rock, desenvolviéndose en todos a las mil maravillas, y consiguiendo revitalizar algunos géneros musicales un tanto estancados en la actualidad: psychobilly (“Dixie iron fist”), country (“Two tickets to hell”), western (“Sugar baby”) e incluso folk (la enloquecida “Dump road yodel”). Es de alabar también la maravillosa gama de sonidos frescos y originales que consiguen extraer de instrumentos tradicionales (“The hog-eyed man”). Potencia en estado puro. 

martes, 6 de septiembre de 2011

EN EL RECUERDO (LAYABOUTS Y CORINTHIANS)


En este concierto, Layabouts, encabezados como siempre por un sobresaliente Jon Arias, presentaron en Madrid el que por entonces era su último disco publicado (segundo de su carrera): "... And they ran into the woods". Casi dos años después, en los que han consolidado definitivamente su atrayente propuesta, podemos afirmar que las buenas sensaciones que nos dejaron en esta actuación, no han hecho más que darnos la razón a los que siempre hemos pensado que estábamos ante uno de los grupos de rock españoles con más futuro. 

Layabouts + Corinthians

(4 ESTRELLAS)

Lugar: El Sol  Fecha: 15-01-10  Estilo: Pop/Rock  Público: Lleno  Promotor: Señor Costa Producciones.

Pese a un comienzo titubeante, los teloneros Corinthians acabaron calentando al personal con su elegante pop en inglés. Su sonido muy beat, evocó a bandas como The Verve y Oasis. Se trata de un grupo aún no muy conocido, pero con conciertos como el de esta noche, donde se doctoraron con nota, seguro que eso va a cambiar. A continuación Layabouts arrasaron El Sol con un sonido potente, vigoroso y rotundo que hizo retumbar las paredes de la sala, para deleite del público. Con este concierto, presentaron en Madrid su segundo álbum, “… And they ran into the woods”. Temas como “Epidemic” y “Desertika” sirvieron para mostrar el nuevo camino estilístico que propone el cuarteto madrileño. De los sonidos post-punk más bailables de su primer disco -“Layabouts”- con el que se les comparó con grupos como Bloc Party, han evolucionado a un sonido más contundente y arrollador, por momentos incluso cercano al hard-rock. Los temas que interpretaron de su álbum de debut sonaron también más compactos que hace dos años, siendo el caso más reseñable el de “Despite the neons”. Y como cierre, una fabulosa versión del clásico “Johny B. Goode” de Chuck Berry. Sin duda, unos animales del escenario. 

lunes, 5 de septiembre de 2011

EN EL RECUERDO (LANDA Y ORLEANS)



Hoy recordamos el concierto de dos bandas de esas que no han llegado a explotar a día de hoy y probablemente no lo harán jamás, pero que aún así merecen el reconocimiento por su profesionalidad y buen hacer. 
 
Landa + Orleans (2 estrellas y media)
Lugar: El Sol Fecha: 06-02-2010 Estilo: Pop Público: 250 personas áprox. Promotor: Astro Música.

Los encargados de abrir la velada fueron los madrileños Orleans, que defendieron ante el público su disco de debut “Ciudad / Tonight”, además de presentar algún nuevo tema. Sin excesiva chispa durante toda la noche, no fue hasta sus últimos temas, curiosamente los más roqueros del repertorio, cuando se soltaron y dieron lo mejor de sí. En especial ese “Viaje”, instrumentalmente maravilloso. El segundo asalto corrió a carga de Landa, nuevo proyecto de los ya extintos, La herencia. Al igual que Orleans,  los también madrileños presentaron su primer disco, “Todos los días del año”. Mucho más rodados y con más tablas, su concierto sirvió para demostrar la fuerza que poseen sobre el escenario, pese a que la voz de Álex no estuvo todo lo bien que debía. Su fórmula: power-pop en castellano con gran presencia de guitarras eléctricas, lo que otorga un gran empaque a todos sus temas. Con sus ganas y energía se ganaron al respetable, dejando para el fin de fiesta su tema más pegadizo “Uh uh uh!”, con la presencia en el escenario de Orleans y un par de espontáneas acompañándoles en los coros. Sin alardes, pero más que correctos.

sábado, 3 de septiembre de 2011

EN EL RECUERDO (KITTY, DAISY AND LEWIS Y THE NU NILES)






En este concierto pudimos saborear el directo de una de las mejores bandas patrias de rockabilly: The Nu Niles y disfrutar de una de las revelaciones del momento en esto del revival del rock de los 50´s y los 60´: Kitty, Daisy and Lewis. Los llenazos de sus giras y los batacazos de grandes maestros como Johny Powers -considerado uno de los padres del Rockabilly y coetáneo de Elvis Presley, Johny Cash, Roy Orbison, Jerry Lee Lewis o Carl Perkins entre otros-, que en su visita a la capital el pasado mes de Julio no fue capaz de congregar a más de 60 personas en su actuación; no hacen más que demostrar que el público en general sigue siendo abducido más que por calidades y/o cualidades artísticas, por modas y campañas publicitarias. Una pena, vaya.


Kitty, Daisy and Lewis + The Nu Niles (3 estrellas)
Lugar: Joy Slava Fecha: 30-03-2010 Estilo: Rock n´ Roll / Blues / Rocksteady / Swing / Rockabilly Público: Lleno Promotor: I´m an artist

Abrieron la noche los barceloneses The Nu Niles, banda consolidada dentro de la escena rockabilly nacional. Su misión de calentar al público antes del plato fuerte de la velada, la cumplieron como suele ser habitual en ellos, con solvencia. Posteriormente, irrumpieron en escena los jovencísimos hermanos Durham, acompañados de sus padres, que con sólo un disco publicado: “Kitty, Daisy and Lewis” (2008), se han convertido en todo un fenómeno en Inglaterra -su país de origen- y fuera de él. Algo que tiene mucho mérito, teniendo en cuenta que su fórmula se basa en la revitalización de géneros musicales (por desgracia) minoritarios  de los 50´s y los 60´s. Lejos de ser reconocido dicho mérito, una buena parte del colectivo rocker -los más puristas- los consideran unos advenedizos. Reconociendo que pese a que en directo todavía tienen que pulir ciertas carencias (les faltó alma en buena parte del concierto), con sus soberbias interpretaciones de “Going up to the country” (versión de Canned Heat) y “(Baby) Hold me tight”, sin duda demostraron un hecho innegable: el rock n´ roll corre por las venas de esta familia. Le pese a quien le pese.

viernes, 2 de septiembre de 2011

SONÓ EN EL 2010 ("BLACK ROCK")



JOE BONAMASSA
“Black Rock”
J&R Adventures

ROCK/BLUES (TRES ESTRELLAS Y MEDIA)
El americano Joe Bonamassa, es una máquina de sacar discos. El último es este “Black Rock”, que de nuevo vuelve a estar a la altura de las expectativas. Trece canciones entre las que encontramos temas propios (los más destacados del álbum, sobre todo esa maravilla que es “Blue and evil” donde parece transmutarse en el Jimmy Page de la época del “Physical graffiti”) y como viene siendo habitual, una serie de versiones de temas míticos de la crème de la créme del mundo de la música: Bobby Parker, Jeff Beck, Rod Stewart, Ron Wood, Leonard Cohen… En todas ellas, Bonamassa sigue dando lecciones magistrales de cómo se debe tocar una guitarra (no olvidemos que ya a la edad de doce años era elogiado por el maestro B.B. King, quien también colabora en este disco en el tema “Night life”) y vuelve a mostrarse como un excepcional vocalista, especialmente en “Quarryman´s lament” (de una sensualidad extasiante) y en “Three times a fool”, en las que recuerda y mucho al extraordinario Don Henley, cantante y batería de The Eagles. El décimo trabajo de estudio del americano es rock negro. Negro y exquisito como el caviar. 

jueves, 1 de septiembre de 2011

SONÓ EN EL 2010 ("THE FIX IS IN")



JAMES CHANCE AND TERMINAL CITY
“The fix is in”
Le Son du Maquis/Green Ufos

JAZZ (3 ESTRELLAS)

En “The fix is in”, el conocido como “maníaco del saxo” (toda una institución dentro de la escena jazzística internacional que también ha tenido numerosos devaneos con el funky más que destacables) sólo hace realmente honor a su nombre, en el tema que sirve de título a su nuevo disco: un corte (el mejor de largo) de ritmo hipnótico en el que el americano da rienda suelta a esa locura rabiosa que lleva dentro, extrayendo las notas de su saxo con una furia inusitada. El resto del álbum en cambio, es bastante pausado y tranquilo, algo que sorprende sin duda viniendo de este artista. Pero en esta ocasión, Chance ha querido hacer un disco clásico que bebe directamente de los orígenes del jazz de los años 40 y 50. Un compendio de canciones de atmósfera decadente, siempre con el elegante saxo de éste como epicentro y secundado de forma magistral por la Terminal City, siendo buena prueba de ello el tema más “free” del disco, “Another Pompadour” en el que se produce un duelo espectacular de piano, trompeta, bajo y batería o “Chance´s mood” y “The set up” cimentadas en un Hammond imponente. Buen disco que hará las delicias de los amantes del jazz.