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jueves, 30 de agosto de 2012

EN EL RECUERDO: THE RIGHT ONS Y HIS MAJESTY THE KING




Concierto celebrado el pasado Sábado 14 de Enero de 2012 en El Sol (Madrid). Público: lleno.

THE RIGHT ONS: la banda formada por Álvaro (voz y guitarra), Rams (voz y batería), Rafa (guitarra), Utah (bajo) y Martín (teclado y percusión) presentaron su último disco -el alabadísimo por la crítica musical patria: “Get out”- en “casa” y ante un público entregado que abarrotó la sala El Sol, volviendo a demostrar una vez más que son uno de los grupos de rock más interesantes y en mejor forma de nuestro país. Sus nuevos temas siguen esa línea ya marcada en trabajos anteriores en los que el rock de corte stoniano se fusiona de forma sobresaliente con el power pop y la música de raíz negra de bandas como Sly & The Family Stone, creando un tornado sonoro de ritmo frenético y contundentes guitarras que invita a mover cabezas, culos y caderas de forma desaforada.

HIS MAJESTY THE KING: peculiar dúo formado por Clara (voz y guitarras) y Nacho (batería), que se bastan y se sobran para desarrollar un sonido enérgico y vibrante. Con una garra y fuerza inusitadas, nos ofrecieron una actuación breve pero intensa, de ritmo trepidante en la que primaron los temas cortos (pero rotundos) con un estilo que bebe directamente del conocido como sonido Seattle, en especial de los capos del grounge, Nirvana. En activo desde 2009, han publicado ya un E.P.: “I can see you’re talking, but all I hear is blah, blah, blah” (2010) y un L.P.: “Long story short” (2011).

LO MEJOR: The Right Ons poseen un directo cada vez mejor, sonando sus canciones más densas, compactas, profundas y con más capas sonoras. De His Majesty The King destaco la salvaje voz de Clara que llevó todo el peso de una actuación frenética que acabó con el público rendido a sus pies, despidiéndoles con una gran ovación final.

LO PEOR: las nuevas canciones de The Right Ons todavía están faltas de rodaje en directo y sonaron menos rotundas que las que ya llevan años formando parte de su repertorio. His Majesty The King poseen un sonido compacto y una buena actitud, pero todavía les falta ser capaces de componer temas más redondos y pegadizos. Tiempo al tiempo.

MOMENTO ÁLGIDO: del impecable concierto que nos regalaron The Right Ons es muy difícil destacar un momento sobre el resto, pero quizás el momento álgido fue la sensacional ejecución de “There she goes”. His Majesty The King se salieron con su sensacional versión de “Breed” de Nirvana.

PALABRA DE CHULÓN: pocos grupos a día de hoy son capaces de mezclar soul y rock de forma tan efectiva como lo hacen The Right Ons. Aún así, todavía están un peldaño por debajo de mis admiradísimos The Bellrays; claro que los norteamericanos juegan con ventaja al contar con el carisma y la salvaje voz de la inmensa Lisa Kekaula.

PUNTUACIÓN: THE RIGHT ONS- 8 / HIS MAJESTY THE KING- 7

sábado, 21 de abril de 2012

DESCONCIERTOS (GROOVIN´ FLAMINGOS)



Concierto celebrado el pasado Jueves 5 de Enero de 2012 en El Sol (Madrid). Público: ¾ de entrada.

GROOVIN´ FLAMINGOS: son un grupo de rockeros que llevan pateados más escenarios que culos a lo largo de su carrera, Harry el Sucio; ahora metidos de lleno en el mundo del soul y el funky. La banda está formada por Juan Carlos Gómez "Gófer" quien en este proyecto se hace llamar Mr. Big Gófer (apelativo que le viene al dedo, porque está inmenso como frontman del grupo), guitarra y voz (Los Imposibles, Respect, Elka Sommers); Kike Blanco al órgano Hammond (Rey Luy, 69 Revoluciones, Malbicho, Station Road, Las Cerdas); Yoyo Bey en la batería (Fade Out, Insert Coin, Malbicho) y Miki Hernández en el bajo (Mucho Mojo, Station Road, Impostores). Para este concierto, este cuarteto estuvo además acompañado por The Waterbottles Vocal Trio & The Groovin’ Horns (que estuvieron soberbios en los coros) y por una imponente sección de vientos, junto a los que presentaron los temas que formarán parte del que va a ser su inminente álbum de debut. A la mayoría de los miembros de Groovin´ flamingos los he visto actuando con sus otras bandas, siempre correctos y muy profesionales, pero es que ahora han dado un salto de calidad increíble. Es como si durante toda su carrera se hubiesen estado guardando este as en la manga. El as del soul, del funky, del groove, del R&B, del surf, del bugaloo y del beat, que les encumbra como la jugada perfecta sobre un escenario.

LO MEJOR: la clase de Kike a los teclados, los brutales coros de The Waterbottles Vocal Trio y por encima de todo, el buen hacer de Gófer, que es un frontman de la hostia.

LO PEOR: por poner un pequeño pero, que a diferencia de su anterior visita a El Sol, estuvieron un pelín más fríos, sobre todo en los compases iniciales del concierto.

MOMENTO ÁLGIDO: la recta final de su actuación en la que se desmelenaron y acabaron sacando esa vena más “punk” (rabiosa) que sin duda es su punto fuerte.

PALABRA DE CHULÓN: pese a su corta andadura, ya se nota una evolución en el sonido de Groovin´ Flamingos. En sus primeros conciertos eran más enérgicos y contundentes (la vena rockera que corre por las venas de la mayoría de sus integrantes seguía imponiéndose con fuerza) y ahora en cambio suenan mucho más frescos y divertidos, lo que hace que sus canciones sean todavía mucho más “bailables” de lo que ya lo eran en sus orígenes.

PUNTUACIÓN: 7´5


domingo, 8 de abril de 2012

DESCONCIERTOS (BRIGHTON 64)




Concierto celebrado el pasado Sábado 17 de Diciembre de 2011 en El Sol (Madrid). Público: casi lleno.

BRIGHTON 64: la banda fundada y capitaneada por los hermanos Gil -Ricky al bajo y vocalista y Albert a la guitarra-, ha vuelto a reunirse muchos años después de su disolución allá por 1987, junto con otros dos de sus miembros más estables: Jordi Fontich a los teclados y Tino Peralbo a la batería (que formaron parte de Brighton 64 desde 1985 hasta su separación definitiva) para celebrar el 30º aniversario de su nacimiento. Con motivo de dicho celebración se han embarcado en una gira que ya les trajo por esta misma sala hace tan sólo ocho meses y que ahora da sus últimos coletazos. Los barceloneses tienen el honor de haber sido una de las primeras formaciones que surgieron dentro de la escena mod española y ese carácter pionero es algo que debe ser destacado. No obstante, y pese a que su nombre está tomado de las famosas batallas campales que se produjeron durante el verano de 1964 en la localidad inglesa de Brighton entre rockers y mods, lo cierto es que su sonido nunca tuvo mucho de anglosajón pese a los supuestos referentes de los que bebía. De hecho, Brighton 64 desde sus primeras composiciones: “Barcelona Blues”, “Te da igual”, “La calle donde yo caí”, sonaron fundamentalmente a grupo de pop/rock (con incluso algunos toques soul) con claras raíces nacionales, a excepción del sonido afilado y agitado, mucho más brit, de la guitarra eléctrica de Albert, que una vez más volvió a recordarnos al gran Pete Townshend (salvando las distancias, claro está).

LO MEJOR: el público. Lo que no hubiese pasado de ser un concierto resultón, para que nos vamos a engañar, consiguió alcanzar la categoría de notable, gracias a la aportación de un público excelente que llevó al grupo en volandas y que hizo con sus cánticos, bailes y jaleos que unos temas que no fueron interpretados con la misma chispa de antaño, alcanzasen un tono mucho más épico y emotivo.

LO PEOR: como hace ocho meses, Brighton 64 comenzaron su actuación con muy poca intensidad, bastante blanditos y un tanto oxidados. Cierto es que al igual que en su anterior visita, fueron creciéndose y calentándose, gracias en buena parte al apoyo de un público extraordinario (como ya he comentado anteriormente), para acabar reventando la sala con una recta final y sobre todo unos bises memorables. Lo peor de su repertorio fueron las insulsas versiones en castellano de varios temas de los Kinks que interpretaron.

MOMENTO ÁLGIDO: el cierre de su actuación con la mítica “La casa de la bomba” que provocó una comunión impresionante entre el público y la banda, que acabó poniéndonos a todos los pelos de punta.

PALABRA DE CHULÓN: que Brighton 64 hayan llenado en apenas ocho meses la sala El Sol con dos actuaciones prácticamente idénticas en cuanto a repertorio, sonido y sorpresas; y sobre todo, que más del 70% del público asistente fuese el mismo en ambos conciertos, hablan a la perfección por un lado, del gran estado de salud que sigue viviendo la comunidad mod capitalina y por otro, de la enorme fidelidad y respeto que siente dicha comunidad por los grupos más representativos del género musical que ellos tanto aman. Sin duda uno de los públicos más calientes y agradecidos que existen.

PUNTUACIÓN: 7



domingo, 18 de marzo de 2012

DESCONCIERTOS (THE CLAMS)




Concierto celebrado el pasado Jueves 24 de Noviembre en El Sol (Madrid). Público: 160 personas aproximadamente.

THE CLAMS: esta banda de féminas (ocho en total), a cada cual más talentosa, guapa y simpática, ha sido sin duda una de los descubrimientos más refrescantes del año pasado. Dinámicas (con unas coreografías sencillas pero muy efectivas), divertidas (da gusto ver sobre el escenario tantas sonrisas perennes juntas), simpáticas, cálidas, cercanas, elegantes (su estética está muy cuidada) y sobre todo, demostrando que son muy buenas músicas (a destacar los vientos dentro del combo) se han hecho un hueco, primero en la escena de la capital y después, pasito a pasito, en el resto de la geografía española.
En sus trepidantes directos homenajean con soltura y eficacia a lo más granado del R & B internacional a base de acertadas versiones de clásicos como Etta James, Muddy Waters, Barbara Lynn, Wilson Ticket, Ray Charles, Ike Turner, Aretha Franklin…, tamizadas bajo su personal visión soulera (dotan a todas las composiciones de un ritmo dinámico y bailable) y añadiendo también ciertas dosis de jazz e incluso de gospel.

LO MEJOR: su vocalista Aida Clam, que además de poseer un chorro de voz, es una simpática y dicharachera “speaker” y el motivo por el que se celebró este concierto: recaudar fondos para la Fundación Valora.

LO PEOR: por poner un pequeño pero, habría que decir que dentro de su repertorio apenas tienen todavía temas propios, aunque claro está, esto lo subsanarán con el tiempo.

MOMENTO ÁLGIDO: las soberbias versiones del “Money (that´s what I want)” de The Beattles y del “Hit the road Jack” escrita por Percy Mayfield y popularizada por el maestro Ray Charles.

PALABRA DE CHULÓN: The Clams han llegado para cubrir el vacío que existía dentro del género del R & B en la capital y lo han hecho con nota.

PUNTUACIÓN: 8.



domingo, 18 de diciembre de 2011

DESCONCIERTOS (THE CHERRY BOPPERS)



Concierto celebrado el pasado Viernes 11 de Noviembre de 2011 en El Sol (Madrid). Público: cerca de 100 personas.

La banda de Santutxu (Bilbao) es otro ejemplo que constata una de las realidades musicales más evidentes de la Península: Euskadi es con diferencia su mejor y más prolífica cantera de músicos, grupos y solistas. Empiezo esta reseña con esta (mi) opinión (por no decir realidad más que objetiva) porque creo que tiene mucho mérito que de un territorio tan pequeño hayan surgido y sigan surgiendo proyectos musicales como churros, de tan enorme calidad, talento, frescura y originalidad, englobados en todo tipo de géneros y revitalizando todo tipo de sonidos y estilos.  De hecho, sin echar la vista atrás y centrándome únicamente en grupos coetáneos, a vuelapluma me vienen a la mente decenas de nombres tan indispensables como: Barricada (¿se separarán realmente?), We Are Standard, Berri Txarrak, Txarrena, Betagarri, Su Ta Gar, Doctor Deseo, Sociedad Alkoholika, Fermín Muguruza, Ruper Ordorika, Fito y Fitipaldis, Pi.L.T., Atom Rhumba, Señor No… Listado ante el que solo puedo mostrar desde este humilde blog mi más sincera admiración y reconocimiento.
Centrándome ya en The Cherry Boppers en particular, vaya por delante que para mi es una de las mejores bandas de jazz funk, soul y música de raíz negra que hay en nuestro territorio. Esto es así porque poseen una facilidad pasmosa para mezclar estos géneros con otros estilos (base rockera evidente, pinceladas de acid jazz, toques de blues y altas dosis de psicodelia) lo que provoca un abanico de sonoridades que engrandecen sobremanera el resultado final. También porque son una de las bandas que mejor fusionan metales con cuerdas en la actualidad. Y sobre todo, porque tienen una facilidad asombrosa para generar hitazos a cascoporro, de esos que desatan pasiones e inundan de ardor y sudor las pistas de baile.
Este asombroso puzzle de sonidos explosivos, gran dinamismo y ritmo frenético es el resultado de unir seis piezas maestras: el ímpetu de “Ignatius Johnny” al tocar su hammond de forma infernal, la rotundidad de “Txefo K-Billy” y “Rambo The Street King” a la batería y al bajo respectivamente, los desaforados sonidos extraídos por “Willy Calambres Wallace” de su saxo, la contundencia de “Art LaRoque” al trombón y sobre todo, la suficiencia con la que “Xixo Yantani” consigue extraer de su guitarra, riffs abrasivos y punzantes en la onda del lisérgico Santana de los inicios y del estratosférico Charles Pitts (guitarrista del álbum “Shaft” grabado en 1971 por Isaac Hayes), provocando un éxtasis continuo en el oyente.
Éxtasis que en esta ocasión surgió de la mezcla de temas ya clásicos de su todavía no muy extensa, pero acojonante, discografía: la huracanada y trepidante “La pulguita” (“Play it again!”), su single más reconocible y rompepistas “Black Lolita”, su brutal versión del “Watermelon man” de Herbie Hancock, la frenética “Play it again, funk!”…, con el desglose casi completo de las canciones que componen su nuevo disco “Shakin´ The Hood” -que es el que presentaron esta noche al público de la capital-: “Wild imagination”, “Blasphem blaster”, “The harvest” y las impresionantes “Crosstown Traffic” (versión que homenajea al maestro Jimmy Hendrix, que por intensidad, originalidad y frescura, me atrevería a decir que podría sentar las bases de un nuevo género musical: el Psicodelic Rock and Soul) y sobre todo esa bestialidad que es “Hey!”, que a su vez abre una nueva veda en lo que a estilos musicales se refiere y que también me voy a atrever a bautizar como Garage Funk; y que acabó desembocando en una recta final memorable en la que The Cherry Boppers enloquecieron, ofreciéndonos un derilante, enloquecido y anfetamínico cierre de concierto en el que se multiplicaron los saltos, los bailes, los gritos y las situaciones asombrosas como la que protagonizaron LaRoque golpeando de forma magistral las teclas del hammond con su trombón e Ignatius completando la faena, tocando ese mismo hammond del revés.
Actitud, calidad y energía arrolladoras, que me trajeron a la mente a la mejor tradición de bandas gypsys y zíngaras de la Europa del Este, puestas al servicio de uno de los directos más brillantes que se pueden disfrutar a día de hoy en nuestros escenarios. Lujazo, vaya.



domingo, 16 de octubre de 2011

DESCONCIERTOS (FRANK T Y LA TOSTADORA SOUND CORPORATION Y THE SOUL COMMANDERS)



Concierto celebrado el pasado Viernes 7 de Octubre de 2011 en El Sol (Madrid). Público: 30 personas.

Si a la crisis en que vivimos inmersos, que entre otras muchísimas cosas ha provocado que la afluencia de público a las salas de conciertos baje notablemente, le añadimos que el concierto del bueno de Frank T y compañía se programó casi a última hora (por problemas ajenos al Sol y a los propios artistas) y que por tanto no fue muy publicitado, nos encontramos con la triste realidad de que tan sólo treinta personas acudiesen a esta más que interesante cita.
Como los chicos no lloran, tienen que pelear (joder, siempre había querido meter esta mierda en alguno de mis textos), corramos un tupido velo (y ésta, y ésta) y centrémonos en los aspectos meramente musicales de la velada.
Los primeros en saltar a escena fueron The Soul Commanders. Esta banda afincada en Madrid se sustenta sobre todo en la gran voz de su vocalista Penélope, que ya bajo el álter ego de Ikah ha grabado dos largos en solitario: “Calma” (2006) y “Buenas intenciones” (2009). Ataviada con un elegante vestido y luciendo con clase unos zapatos de tacones estratosféricos, Penélope derrochó sensualidad y saber estar al interpretar con fuerza y firmeza las canciones que conformaron el setlist del grupo. Su voz grave, contundente y poderosa se erigió por encima de unas melodías, también perfectamente ejecutadas por el resto de músicos. Con dos piernas como columnas dóricas, rematadas no obstante con las siempre femeninas hojas de acanto corintias, decorando el centro de su poderoso capitel en forma de caderas, Penélope sabe ejercer un potente y atrayente magnetismo hacia su figura incólume, cuando canta. Y matizo cuando canta, porque es sólo en esos momentos (en los que cierra los ojos y desparrama su alma a borbotones a través de sus labios) cuando borda sus movimientos: gráciles, femeninos, sutiles, pícaros o dramáticos dependiendo del tono del corte interpretado y multiplica su belleza y encanto. En cambio, al dirigirse al público entre canción y canción, Penélope pierde la tensión interpretativa, se relaja, se siente a gustito, se olvida de ese papel de dama del soul que intenta labrarse con esfuerzo, soterra su sutilidad y feminidad y se nos muestra como una chica de barrio que habla casi a gritos, con expresiones tirando a chabacanas y utilizando unos recursos gestuales más propios de la verdulería del mercado que de un escenario. La diosa pues, en cada una de sus “divinas intervenciones” (algunas le faltó sólo terminarlas con un “¿me entiendes?” para hacerme vomitar) entre tema y tema, se transformaba en como mucho lozana villana (de villa, ojo) ante mi atónita mirada; lo que provocó que cada vez fuese menos creíble su papel de musa inalcanzable en cada nuevo corte interpretado.  El mito acabó cayendo tanto que cuando concluyó su actuación y apareció entre el público sin tacones, tocada con unas manoletinas planas, la otrora reina de corazones (de cualquier corazón que hubiese querido) se pareciese más una Cenicienta a punto de ponerse a barrer el suelo de la sala. En estos momentos aproveché para saludarla y felicitarla por su actuación (que pese a este pero fue la hostia, que conste) y me quedé con ganas de comentarle que debería intentar pulir sus pequeños defectos, porque virtudes le sobraban. Pero la vi tan sonriente, tan alegre, tan fundida por haberse dejado la piel en escena, que no me atreví. Así que lo hago ahora en la distancia: Penélope, en el escenario, céntrate en cantar, siéntete siempre musa y entierra tu vena de barrio. Y te aseguro que el resultado final será mucho mejor. También ayudaría a mejorar dicho resultado el que el resto de miembros del grupo se ataviasen convenientemente en los días de concierto. Porque no es lo mismo un grupo de rock, de garage, de punk, de grounge, de death metal o de hardcore, por poner sólo algunos ejemplos, que una banda que practica el neosoul (y más con la elegancia con que lo hacen estos Soul Commanders). Por eso no estaría de más que los músicos vistiesen en consonancia con su estilo. Porque chirría demasiado ver a una cantante femenina en primera fila deliciosa y elegante y en segundo plano a un tipo con pintas vallekanas, a otro con pantalones cagaos y a otro ataviado como si fuese a hacer botellón al parque. Igual que chirriaría ir a un concierto de unos hipotéticos “punkarras” “Chuminos sangrientos” y en vez de ver a tipos con crestas y cueros, encontrarnos con un cantante vestido como un “Borjamari” cualquiera. Las cosas son así, y pese a que yo detesto modas e imposiciones, hay que reconocer que la imagen marca el éxito de una banda y es muy importante. Y al igual que es más creíble escuchar un “Resist” escupido por un tipo lleno de tatuajes, sucio, fornido y hecho un animal (Grande Cavalera), también es más creíble escuchar una versión elegante y sutil de Erykah Badu, interpretada por unos músicos vestidos con camisa impoluta y no con una camiseta dada de sí. Imágenes a parte, el estilo de este combo es de altura. Practican un soul moderno, sugerente y sutil, con mucha clase y plagado de exquisitos matices (Funk, R&B). En su repertorio incluyen toda una serie de acertadas revisiones de temas de artistas como la ya citada Erykah Badu, Common, Jill Scott, Beyoncé, The Roots…, con un elemento en común: todas son canciones emotivas y elegantes. Destaca sobre todo la guitarra de Mario García, que sin embargo en un par de temas en los que el grupo intenta incluir también el hip hop como parte de su estilo (algo que no pega nada), se arrancó como MC de forma casi bochornosa, rapeando sin garra, con un ritmo en el fraseo muy pobre y una voz muy floja. Otro pequeño borrón que The Soul Commanders deberán solucionar en el futuro. Un futuro que no obstante se me antoja prometedor.
A continuación saltó a escena el padrino del Hip Hop patrio, Frank T. A estas alturas de la película el carismático MC ha conseguido a base de esfuerzo y talento ganarse un reconocimiento y un respeto más que merecido e incuestionable. Lejos en cambio de acomodarse, de vivir de las rentas o de repetir fórmulas, Frank T siempre intenta renovarse y dar una nueva vuelta de tuerca a su sonido. Por eso en 2010 publicó “Soy una tostadora”, disco en el que introdujo toda una serie de bases propias, complejas, novedosas y con un cariz eminentemente electrónico. Por eso menos de un año después, ha decidido revitalizar sus canciones más conocidas, acompañándose por un quinteto de músicos excepcional –Luis Fuente “Pájaro” a la guitarra, César Merino al bajo, Sergio “Serch” a la batería, “Rob Vendetta” a los teclados y Gabriel Casanova al órgano, piano y sintetizador-, que toma precisamente su nombre de su último largo publicado.  La Tostadora Sound Corporation está formada por varios miembros de los acojonantes Fix This y por tanto imprimen un ritmo endiablado a los fraseos de Frank T, eminentemente soulero y con mucho groove. Pero no queda ahí la cosa. También introducen muchos toques rock, punk y hasta psicodélicos formando un crisol sonoro potente y muy bruto que da mucho más empaque a unos temas que ya de por sí sonaban poderosos gracias a la grave y profunda voz del señor T. Destacó por encima de todo el conjunto, el atronador bajo de César que llevó todo el peso de las bases y estuvo inmenso de principio a fin. En cuanto a Frank T, volvió a dar toda una lección sobre el escenario de saber estar, de cómo controlar el ritmo y el tempo del concierto, de cómo captar la atención del respetable y por supuesto de cómo rimar con pulso, soltura y poderío, interpretando de forma excepcional un setlist memorable -destacaron “Nuevo ser”, “La verdad”, "Paco", “La gran obra maestra”, “Mañana” y las acojonantes “Humor negro” y “Desfase”- que se nos hizo hasta corto. Y es que al final, Frank T seguirá siendo quién es, pero siempre mejorado.



martes, 4 de octubre de 2011

DESCONCIERTOS (WATCH OUT)


Concierto celebrado el pasado 24 de Septiembre de 2011 en El Sol (Madrid). Público: 120 personas aproximadamente.

Watch Out fueron los elegidos para actuar en la fiesta de presentación de Groove Spain, que nace con el afán de convertirse en la mejor y más especializada tienda on-line de música negra de nuestro país, algo que no me extrañaría que acabara consiguiendo, puesto que detrás de su bien elegido nombre, se esconde a su vez otro nombre, el de Josué VinylCat, que además de ser un tipo cojonudo y un gran selector musical, es un trabajador incansable que se esforzará al máximo por conseguir todas esas joyas y rarezas de géneros como el funk, el soul, el jazz -y una lista mayor que sin duda se irá ampliando en el futuro-, que cualquiera de nosotros esté buscando. Desde aquí por supuesto, le deseamos la mejor de las suertes.
Volviendo a Watch Out, deciros que pocas novedades hubo en este concierto con respecto al que nos regalaron hace apenas cinco meses en esta sala (podéis leer la crónica que hice del mismo pinchando en este enlace: http://chulonizate.blogspot.com/2011/04/desconciertos-watch-out.html).Vamos, que volvieron a arrasar con su derroche de buena música, con su gran presencia escénica, con su despliegue de fuerza y con sus frenéticos ritmos de funk y soul bailongo y dinámico, poniendo una vez más (y van…) la sala patas arriba. Y para colmo, la siempre eficiente Cris López estuvo un puntito por encima con respecto a visitas anteriores, mostrándose mucho más sexy, hermosa (no te cambies nunca tu huracanada melena rizada) y avasalladora sobre el escenario (se lo comió literalmente)  y logrando unos registros vocales que cada vez la asemejan más a la eterna Amy Winehouse (que ya es decir y salvando no obstante las distancias, que las hay). En definitiva, una apuesta segura.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

DESCONCIERTOS (JC BROOKS AND THE UPTOWN SOUND)


Concierto celebrado el pasado Miércoles 21 de Septiembre de 2011 en El Sol (Madrid). Público: 350 personas aproximadamente.

Voy a ir directo al grano. Es cierto que JC Brooks es un frontman como la copa de un pino, pero no es menos cierto que los músicos que lo acompañan son los que a la postre consiguen que el sonido de este grupazo sea distinto al de otros muchos combos clasificados como “retro”. Porque la batería de Kevin Marks y sobre todo el bajo de Ben Taylor proporcionan una base rítmica demoledora e infernal muy cercana al punk e incluso al garage (The Stooges, Booker T and The MG´s). Y porque el guitarrista Billy Bungeroth toca su guitarra de una forma salvaje extrayendo de su instrumento unos riffs incendiarios que otorgan una base muy rockera a todo el conjunto. Digo esto porque me parece un poco injusto que en el nombre de este cuarteto de Chicago se otorgue un lugar prioritario a su cantante, cuando en realidad todos sus miembros aportan grandes dosis de calidad que en definitiva son las que hacen de su sonido algo especial y sugerente. Un sonido que para que os hagáis una idea, repite una fórmula parecida a la de mis adorados The Bellrays, donde la felina voz 100 %  soulera de Lisa Kekaula se eleva sobre unas bases muy rockeras y también con ciertas dosis garageras e incluso psicodélicas. Banda que por cierto no se denomina Lisa Kekaula and The Bellrays, por poner un ejemplo, pese a que en este caso concreto, la voz de ésta aporta sin lugar a dudas mucho más empaque al conjunto que la del propio JC al resultado final de sus The Uptown Sound.
Con esto no quiero restar méritos al señor Brooks -que conste-, sino resaltar los del resto de sus compañeros. Una vez hecho esto, ahora ya sí, toca ensalzar al frontman de esta banda. JC Brooks es un bigardo que exuda magnetismo, sensualidad y energía. Tocado con su impoluto traje, se comió el escenario con sus contoneos y movimientos y por ende acabó devorando al público asistente, que extasiado se rindió a sus pies como un corderillo asustado ante la presencia del atractivo lobo feroz. Y es que es muy difícil no rendirse ante los encantos de un tipo que recuerda en sus movimientos y en los temas más salvajes, al tono de voz de James Brown; que físicamente (sobre todo su rostro y su peinado) se parece al sexual Little Richard y que en los temas más cálidos y pausados consigue asemejarse al maestro Curtis Mayfield. Por ponerle sólo un pequeño un pero, hay que reconocer que a la hora de ejecutar registros altos pierde un poco de potencia en su voz, algo que no obstante intenta camuflar con unos falsetes de lo más logrados. Siendo éste por tanto el único pequeño defecto encontrado en toda su actuación, supongo que ya imaginaréis lo que os voy a decir ahora: sí, el de JC Brooks & The Uptown Sound fue un conciertazo en toda regla, donde el papel protagonista lo tuvieron las canciones correspondientes a su último disco publicado: “Want more”, que es el que han venido a presentar al público español en esta gira y del que destacaron las explosivas: “I got high” y “I can see everything”. No obstante también revisaron el fantástico “Beat of our own drum” (2009) que contiene auténticas joyas como “Baltimore is the new Brooklyn” y “Alright”, que una vez más volvieron a resultar avasalladoras en directo. El repertorio lo completaron algunas versiones tamizadas bajo su personal óptica entre las que destacó, ya en los bises,  la que hicieron del tema “Tainted love”, donde se erigió como principal protagonista el poderoso bajo de Ben Taylor.
Poco más de una hora que voló como un suspiro y que sirvió para demostrar una vez más aquesto de que lo bueno si breve dos veces bueno y aquello de que más vale dejar al público con ganas de más, que saturarlo en exceso con más paja que chicha. Así que ya lo sabéis para próximas visitas: JC y sus colegas sólo ofrecen chicha de la buena, pero tampoco os penséis que os vais a pegar un atracón de dos horas. Avisado queda.


martes, 7 de junio de 2011

DESCONCIERTOS (SEX MUSEUM Y ELECTRIC FENCE)



Concierto celebrado el pasado jueves 26 de Mayo de 2011 en El Sol (Madrid). Público: ¾ de entrada.

La novel banda madrileña Electric Fence fue la escogida por Sex Museum para telonearles. Con ello les brindaron la oportunidad de que demostrasen sus cualidades y lo cierto es que cumplieron con nota. Porque aunque es cierto que su fórmula, inspirada fundamentalmente en el hard rock clásico, no es excesivamente original a estas alturas de la película y que algunos temas sonaron demasiado parecidos entre sí, lo cierto es que poseen a su vez un buen puñado de potentes canciones –“Sex doll”, “Burn out blues”, “Look out”…-, una gran intensidad y altas dosis de desparpajo. Su sonido recordó fundamentalmente al de bandas de rock y hard rock americanas, en la onda de The Black Crowes, pero con un toque más potente, sobre todo gracias a su poderosa sección rítmica. Y hablando de secciones rítmicas, me parece de ley comenzar mi crónica sobre el concierto posterior de Sex Museum, elogiando la que para mí es sin duda la más potente, contundente y atronadora unión de bajo y batería que hay en este país, y que no es otra que la formada por Loza y Javi Vacas, que a su vez también forman parte de Los Coronas junto con Fernando Pardo. Un Fernando que fue una vez más el encargado de presentar los diferentes temas que fueron cayendo, y como no, de marcar el ritmo del concierto con sus soberbios riffs de guitarra que fueron ganando en velocidad e intensidad a medida que avanzaba la actuación. Ya que he empezado, seguiré con las presentaciones hablando de Marta Ruíz, que es sin duda la gran culpable de que los temas de Sex Museum hayan ido adquiriendo con el paso de los años (y sobre todo en el directo) un tono cada vez más oscuro. Su último disco: “Again and again”, publicado recientemente y que tocaron prácticamente en su totalidad, es un buen ejemplo para comprobar como en el sonido de la banda cada vez tienen más presencia los teclados por encima de las guitarras, algo que en discos anteriores era al revés. Y he dejado para el final a Miguel Pardo, porque fue sin duda el epicentro de esta actuación. Su desparrame de energía y cojones, su presencia hipnótica y su personalidad para convertirse en el aglutinador de todas las miradas, fue toda una lección (una más de las miles que lleva) de todas las cualidades que debe poseer un buen frontman. La prensa musical más pejiguera ha criticado en ocasiones su mala pronunciación en inglés, quizás porque nunca han entendido que lo que verdaderamente le convierte en un cantante cojonudo es precisamente el don que tiene para “apardar” o “amiguelar” (como prefiráis) todas y cada una de las sílabas que salen de su garganta, consiguiendo un sonido único, personal y reconocible, dotando de un ritmo que parece un in crescendo continuo a cada palabra, cada frase y cada párrafo de las letras que interpreta y provocando una especie de cascada tonal que aunque parezca imposible, siempre consigue elevarse más y más. Una prensa musical que luego en cambio se corre con las monótonas e insulsas voces de los grandes iconos del indie pop, encumbrándoles al olimpo de los Dioses (me cago en la puta una y mil veces). Pero hoy no voy a dedicarle ni una palabra más al jodido indie pop patrio, porque hoy toca hablar del género que más y mejor sabe tocar el lado salvaje y animal del ser humano, pese a que por desgracia no viva uno de sus mejores momentos (que ya ni los Sex Museum logren el cartel de no hay billetes es algo más que preocupante), que no es otro que el del rock. Porque rock con mayúsculas es lo que llevan más de veinticinco años haciendo los que son sin duda uno de los grandes referentes de este género en nuestro país. Sin olvidarnos claro está de sus altas dosis de garage, psicodelia, hard rock y como no de su primera etapa más soulera y con querencia también por el R & B. Todo un puñado de géneros puestos al servicio de unas canciones que llevan acompañándonos toda nuestra vida, siempre compuestas y ejecutadas con una maestría fuera de toda duda. Pese a todos estos merecidos halagos, no puedo ocultar el hecho de que éste no ha sido uno de los mejores directos de Sex Museum a los que yo he asistido. A mi modo de ver, el principal problema radica en que los cortes de su nuevo álbum (más clásicos y menos “hard”) en directo suenan menos contundentes que el resto del repertorio y esto rompió un poco el ritmo infernal que caracterizó por ejemplo su última gira: “Smash your hits tour” en la que tocaban una selección de los mejores temas de su carrera, esos que se recogieron en el imponente disco “Fifteen hits that never were”. Por eso, buena parte del público entre los que se encontraban muchos amigos, se acercaba a la barra y me comentaba: “está bien pero les falta rematar”, “¿cuándo viene la tralla?” u “hoy están más blanditos, ¿no?”. Y lo cierto es que sobre todo en los primeros tres cuartos de hora, estuvieron más tranquilos que de costumbre. Fue en esta parte del bolo cuando cayeron casi todas las nuevas canciones (que pese a todo, a mí me parecen muy buenas): “Again and again”, “Masterplan”, “Let me go home”, “Save your soul”, “Go go rocker”… Mención especial merecen las oscuras y majestuosas “I´m falling down” y “Seven Days”, que se elevaron por encima del resto y estuvieron a la altura de temas pasados como “Two sisters”, “Landlords” o “I enjoy the forbidden”, que mucho más rodados, fueron de los mejores momentos del bolo. Mientras tanto, yo le decía a mis colegas, esperad a que suene el “Go around” (temazo oscuro, psicodélico, monumental y arrebatador con el que cierran “Again and again”) y ya me contaréis si no tiene caña también el último largo de la banda. Pero lo cierto, es que fue casi el único del disco que no tocaron, y yo personalmente, lo eché de menos y me quedé con las ganas de escuchar su huracanado y apocalíptico sonido en directo. Sólo espero que lo incluyan en futuros conciertos, porque creo sinceramente que se convertiría en uno de los mejores momentos de la actuación. No obstante, a partir de “Seven days” -última canción del “Again and again” interpretada esta noche y como ya he dicho anteriormente, una de las que con más rabia y empaque de dicho disco ejecutaron-, y sabiendo como saben estos pedazo de profesionales que el sprint final de los conciertos es el que acaba por dictar sentencia, se desmelenaron y nos ofrecieron una última media hora larga que fue un éxtasis de electricidad, clase, contundencia y grandes dosis de rock. Así fueron cayendo temazo tras temazo: “Ghost without a will” del “United”, “Let´s go out” del “Sonic”, la versión de “Hard road” de Rod Stewart, “Red ones” del “Speedkings” y como cierre, la soberbia reinterpretación de casi quince minutos del “I´m free” de The Who, con la que se desbocaron y nos ofrecieron toda una colección de solos brutales con los que acabaron (como siempre) poniendo la sala patas arriba, borrando dudas de un plumazo (como siempre), dejando a los asistentes exhaustos y felices (como siempre) y dando toda una lección de cómo debe entenderse, vivirse y ejecutarse el mejor rock (como siempre). Y yo, como el resto del público presente, no puedo por menos que agradecerles que nos hiciesen disfrutar de un espectáculo tan apoteósico… Como siempre.
CLICKAD MALDITOS, CLICKAD- enlace al videoclip del tema "Go around" de Sex Museum: http://www.youtube.com/watch?v=UdIsz-tHp2w

lunes, 30 de mayo de 2011

DESCONCIERTOS (THE EXCITEMENTS)


Concierto celebrado el pasado Viernes 20 de Mayo de 2011 en El Sol (Madrid). Público: 150 personas aproximadamente.

The Excitements llegaron a la capital con la vitola de ser el grupo revelación de la escena barcelonesa de R & B y Soul. Y lo cierto es que cumplieron, pero sin alardes. El combo de la Ciudad Condal está formado de hecho por músicos de solvencia más que probada a lo largo de sus carreras (Pere Puertas -guitarra solista-, Adrià Gual -guitarra rítmica-, Daniel Segura –bajo-, Marc Lloret -saxo alto-, Nicolás Rodríguez Jáuregui -saxo barítono- y Xavi Ayala -batería-), pero tal vez porque todavía en directo les falta rodaje o porque les falta una mayor cohesión entre sí; pese a sonar bien, no transmitieron ese pedazo de alma y de entraña tan característico precisamente de los estilos musicales de los que beben. Su concierto fue por tanto demasiado pulcro, demasiado frío, demasiado distante y se echaron en falta más corazón, más agallas, más sudor y más contundencia. Koko Jean Davis, vovalista del grupo de orígen mozambiqueño, también empezó algo atenazada, pero se fue creciendo hasta convertirse en el epicentro de lo más destacado que pudo verse sobre el escenario del Sol durante esta noche. Cantó con la clase de Etta James y se acercó (aunque todavía de lejos) a la garra en escena de Tina Turner (de la época con Ike), a la que además se parece mucho físicamente e incluso en la forma de moverse. Voz tiene de sobra y pese a su cuerpo menudo demostró que con el paso de los años (todavía es muy jovencita) será capaz de comerse ella sola todo el escenario, aunque de momento todavía tiene que aprender mucho para poder llegar a tener la presencia, y para poder desparramar toda la energía y rabia, de referentes tan avasalladores como la gran Lisa Kekaula, que todavía está a años luz de Koko, por poner sólo algún ejemplo. En cuanto al repertorio desgranado por The Excitements, se centró en versiones de clásicos de Soul y el R & B, que son precisamente las que componen su hasta la fecha, homónimo único disco publicado: “From now on” de Nathaniel Mayer, “If I wasn´t for pride” de Jimmy Dee, “I want to be loved” de Etta James, “Wait a minute” de Barbara Stephens, “Never let you go” de Little Richard…; y también interpretaron otras versiones que no se recogen en dicho disco como: “Take the bitter whit the sweet” de Muddy Waters, o “Let´s kiss and make up” de Ella Fitzgerald. El mayor problema es que pese a la corrección ya comentada al interpretarlas, la banda no consigue hacerlas suyas ni que suenen a ellos mismos, y esto les resta chispa y originalidad. Quizás lo que deberían hacer para seguir creciendo en el futuro, es dejarse de tanta versión que en ningún caso supera a las originales, e intentar definir más su sonido tocando temas propios. Como dirían en el colegio: aprobados sí, pero necesitan mejorar, y para ello deberán intentar progresar adecuadamente.
CLICKAD MALDITOS, CLICKAD- enlace a un fragmento de la actuación en directo del año pasado de The Excitements en el Fender Club: http://www.youtube.com/watch?v=3N9l6VFxNzY&feature=related