DESCONCIERTOS (FIESTA CONCIERTO EN FAVOR DE LA VUELTA DE DIEGO A. MANRIQUE Y SU POGRAMA "AMBIGÚ" A RADIO 3, CON LAS ACTUACIONES DE JOSELE SANTIAGO Y GECKO TURNER)

EL AMBIGÚ: que Diego A. Manrique se ha ganado el respeto y la admiración de miles de personas y sobre todo de cientos de artistas y músicos de este país, con su excelente trabajo y saber hacer al frente del programa de radio, El Ambigú, es algo que está fuera de toda duda. La salida de Radio 3 del señor Manrique ha provocado por tanto, muchas protestas dentro del mundillo de la música española, y esta fiesta-concierto celebrada el miércoles en El Sol (Madrid) fue un acto más, para intentar promover la vuelta de este amante de la música a las ondas. Que Manrique es un gran profesional me parece como ya he dicho antes, incuestionable. Que la premisa "renovarse o morir" es una máxima de peso, también. Con esto quiero decir, que al igual que Manrique nos ha adoctrinado desde hace ya casi veinte años al frente del Ambigú, también habrá otros muchos jóvenes y no tan jóvenes que merecen tener una oportunidad de poder hacerlo. Y sobre todo, he de decir que con lo que no estoy para nada de acuerdo, es con una corriente mayoritaria que piensa que con la retirada de este programa, los amantes de la música más minoritaria y desconocida, queden huérfanos y sin ninguna alternativa para sumergirse en las aguas de las melodías más exquisitas. Porque no nos engañemos, en este país (por suerte) existen cientos de radios independientes e incluso piratas, que luchan con más pena que gloria (por desgracia) para regalarnos los oídos con las más novedosas, innovadoras e interesantes propuestas musicales. Sólo hay que buscar un poquito y no anclarse en lo ya conocido, que lo bueno por conocer es mucho.

La matraca que sobre todo se está danto a través de internet para que "DAM", vuelva a la radio es considerable, sin embargo a esta fiesta sólo acudieron unas cien personas. Y es que es muy fácil desde casita hacer un "click" en un mail o en un mensaje de facebook diciendo "yo asistiré", "yo apoyo a Manrique" o "yo sería capaz de dar hasta mi propia vida para que vuelva"; pero a la hora de mover el culo, la gente ya se lo piensa más y se vuelve perezosa. Así que no nos engañemos: en este país se ladra mucho pero a la hora de la verdad se muerde muy poco y el miércoles vivimos un nuevo ejemplo de esta forma de ser tan nuestra.

Es lo que hay: mucho lirili, pero poco lerele, que diría aquel.

JOSELE SANTIAGO: que este MAESTRO con mayúsculas, tuviese que parar de tocar durante la interpretación de la segunda canción de su repertorio, para tener que encararse con el público porque en vez de estar atentos a su actuación estaban enfrascados en conversaciones a viva voz, tiene cojones. Que un tipo que está apoyando a otro tipo de forma desinteresada, por el que supuestamente también bebían los vientos los asistentes a este acto, tuviese que vivir en sus carnes esta falta de respeto por la gran mayoría de dichos asistentes, es para haberse bajado del escenario y mandarlos a todos a tomar por el culo. Imagino que hasta el propio Manrique debió de pensar que si esta actitud es la que define a algunos de sus más acérrimos oyentes y defensores, a lo mejor tampoco merece tanto la pena intentar volver a Radio 3, porque si estas personas estuvieron igual de atentos a sus programas como lo estuvieron el miércoles a la actuación de Josele, seguramente en los casi veinte años de El Ambigú, no habrán escuchado ni una canción, ni un comentario, ni siquiera más de tres minutos de radio, enteros. Lamentable sin duda. Casi igual de lamentable es el hecho de que ninguno de los plumillas que acudieron a este evento (y os aseguro que había unos cuantos) hayan tenido los cojones u ovarios de reflejar en sus crónicas sobre el mismo, este bochornoso incidente, zanjado con maestría eso sí, con lo que a partir de ahora voy a denominar como “rapapolvo santiaguero”. Y es que en el mundo del periodismo en general y en el del musical en particular cada vez se tiende más a distorsionar la realidad para beneficios propios, de amigos, de empresas o/y sobre todo para beneficio del que más paga, regala o ayuda. Por eso ayer se ha podido leer en muchos medios musicales de mayor o menor entidad que la fiesta homenaje a Manrique fue todo un éxito. Y esto ya si que me ha inflado los cojones hasta salírseme por los lados de las perneras de los calzoncillos: ¿cómo va a ser todo un éxito que la mayoría de asistentes no hiciese ni puto caso a los artistas que había sobre el escenario? ¿Cómo va a ser un éxito que sólo acudiesen cien personas? ¿Cómo va a ser un éxito que en el momento en que el propio Manrique se encargó de hacer las veces de Dj, ya no hubiese ni cuarenta personas en la sala? La única respuesta es la de siempre: el viento siempre sopla a favor de lo que y de quien los medios quieren. Pues en este blog y por mis santas pelotas, el viento va a soplar siempre a favor de la puta realidad, le joda a quien le joda.

Después del calentón, voy a centrarme de nuevo en la actuación de Josele. Apenas veinte minutos de actuación sirvieron para corroborar lo que yo ya vengo defendiendo desde su etapa al frente de Los Enemigos: este hombre es uno de los grandes talentos de la música de este país y no se le ha valorado ni probablemente se le valorará como realmente merece, jamás de los jamases. Para mí, sin duda, LA VOZ del rock español. Para mí, sin duda, el mejor letrista del rock español. Para mí, sin duda, un poeta maldito, que no maldito poeta, capaz de arremolinarte lo más profundo del alma con sus palabras. Como diría otro de esos escasos santos de mi devoción, el otro gran poeta (barriobajero) que es Robe de Extremoduro, este tipo consigue que “se te coma la desidia, que te cuelguen las arañas, que quieras empaparte en gasolina una vez más y que intentes rasparte (de una puta vez) para ver si prendes”. Prueba de ello fue el increíble solo de guitarra (acústica) que se marcó al final de su actuación, capaz de bajarnos a los infiernos sin necesidad de tener que hacer el largo tránsito en barca ni tener que pagar al barquero y sobre todo sus magníficas interpretaciones de: “Pensando no se llega a na” (con la de vueltas que tú le das a todo en tu prodigioso cerebro, Josele) y “Ole papa”: "He pintado mi chabola / con música de jazz / con pastillas juanolas / rechupeteás / He sellado las ventanas / con artistas disecás / con fines de semana / y compresas usás / Y he desarmao el tejado / para hacerme un xilofón / la lluvia me lo ha afinado / para que él despeje el sol / Y, mira, yo al mundo de arriba / y al mundo alrededor / los he mandao de gira / con un grupo de rock / Y están ya muy lejos / ole papa / guarda el catalejo / y tira el mapa". Y como no creo que se pueda decir nada más hermoso, baste esta maravilla poética para definir por sí sola a mi ojito derecho, mi ojito izquierdo y mi ojito trasero (y si tuviese más ojitos u ojetes todos ellos también serían para este pedazo de artista).

EL MANIFIESTO: entre la actuación de Josele y la posterior de Gecko Turner, Víctor Coyote (que está metido en todos los fregaos) leyó el manifiesto que se ha escrito a favor de la vuelta de Manrique a Radio 3 y que si queréis podréis encontrar íntegro en Internet.

GECKO TURNER: el exremeño se movió como siempre con soltura por los ritmos funk y soul que tan bien domina y se atrevió con una versión de la maravillosa “Walk on the wild side” de Lou Reed, acompañado sobre el escenario por Piruchi Apo (ex Hijas del sol) y por Miriam Solís, como cierre a una buena actuación.

FIN DE FIESTA: la noche continuó con una sesión de Dj´s de altura: Íñigo Munster, Señorlobo, Perandones, José Manuel Gómez, Ordovás y el propio Manrique, que hicieron las delicias de los pocos asistentes que aguantaron hasta el final.

CLICKAD MALDITOS, CLICKAD (TAMPOCO ESTARÍA DE MA´S QUE LO HICIESEIS EN LA PUBLICIDAD DE ESTE BLOG QUE LA COSA ESTÁ MUY MALA)- enlace a la canción "Ole papa" de Josele Santiago: http://www.youtube.com/watch?v=xLNX1J1aq2s