sábado, 26 de febrero de 2011

DESCONCIERTOS (MECHANISMO Y SANTOS DE GOMA)



Concierto celebrado este pasado miércoles 23 de Febrero de 2011 en El Sol (Madrid). Público: 20 personas.
Para presentar el nuevo festival Wau Pop, que tendrá lugar los días 2, 3 y 4 de Marzo en Málaga, se sacaron de la manga este concierto un poco a última hora y casi sin promoción ni publicidad,  lo que hizo que fuese todo un fiasco en cuanto a público asistente, repercusión e incluso calidad (con algún matiz que ahora expondré).
En la anterior entrada escrita en este blog, comentaba emocionado el éxtasis que me produjo poder ver sobre las tablas del Sol a Bo Ningen, John Sinclair y Big Sexy Noise, por ser todo un compendio de agallas, originalidad, autenticidad, historia, talento y sobre todo, una exquisita manifestación artística y cultural, musical y poética. O lo que es lo mismo, un oasis para “todos aquellos locos románticos que todavía gustamos de la música de verdad, esa que por autenticidad y genio, escapa de las corrientes mayoritarias (música de radiofórmula, pachanguera, `operacióntriunfera´, `eurovisiva´, `karaokiana´, `canciónveranera`…) e incluso que también escapa de esa corriente más minoritaria, pero que también goza de un gran número de adeptos: la mal denominada música indie, o lo que es lo mismo, lo que yo llamo la misma mierda de siempre, insulsa, exenta de verdad y ni siquiera, mal borrador o boceto de expresión artística”. Pues bien, los malacitanos Santos de Goma son uno de los cientos de bandas que se pueden englobar dentro de “esa misma mierda de siempre” aludida anteriormente. Sé que puede sonar duro en exceso, pero después de leer literalmente esto en el myspace del grupo: “Un proyecto en el que participan músicos con una brillante trayectoria, que coinciden en una serie de gustos y de influencias afortunadamente evidentes que sirven para dar un resultado brillante, certero y sabio. Ellos dicen que el largo y concienzudo proceso de elaboración tiene algo de cubano. Es decir, de una parte teórica previa (su cultura musical es evidente pero no cae en una erudición vacua ni pretenciosa) y con un una especie de técnica del cut up, de collage inconsciente en el que hay un regusto del mejor George Harrison, de los Kinks más acertados o de los Who más inspirados. Canciones de esas que te alegran el día, de las de tararear al volante murmurando el estribillo, por supuesto, con ese toque de elegancia no impostada (a ellos les sale sin querer) de adoradores de Gainsbourg que también han oído a Kraftwerk o Pierre Henry. Música ligera... sí, pero con esto no hablamos de superficial. Para llegar a la esencia, a esa ausencia de cargas hay que saber cómo deconstruir y saber lo suficiente como para desaprender lo aprendido. Ellos lo saben.”, y compararlo con su concierto: una hora en la que se sucedieron más de una docena de canciones iguales (igual de malas todas ellas, quiero decir), insulsas, monótonas, planas, sin ritmo y letras horripilantes; una hora en la que desafinaron a cascoporro (como diría el gran Joaquín Reyes); una hora en la que no se vislumbró en ningún momento ninguna convicción por parte de los miembros de la banda en su música; una hora en la que tuvimos que aguantar a un cantante (Conde) que se esforzó por parecer un chiste malo al intentar imitar constantemente con poses sobreactuadas y vacuas a Raphael; una hora en la que el elaboradísimo, sobrecogedor y poético estribillo “chu-chu-churu” apareció en no menos del 80% de su repertorio (estribillo que fíjate tú por donde, también se repite hasta la saciedad en esa puta mierda que no se puede ni llamar ni canción que es “Que me quiten lo bailao” de Lucía Pérez    -por favor, escuchadla, porque no tiene desperdicio-, que va a ser la encargada de representar a España en la próxima edición del Festival de Eurovisión y que se englobaría dentro de la categoría de música mayoritaria pachanguera, eurovisiva y vomitiva); una hora en la que nos “deleitaron” con temas como “Cuarto Milenio” (dedicado al programa de Íker Jiménez; sí lo sé, esto es un “sindios”, pero es lo que hay) que está en cuanto a calidad y ritmo, muy por debajo del cualquier psicofonía de las que hayáis escuchado; una hora larga y dolorosa que me encabronó sobremanera y más teniendo en cuenta que fue provocada por unos tipos que tienen encima los santos cojones de decir que beben de Harrison, de los Kinks, de los Who, de Kraftwerk… Así que sí, he sido duro, pero es que estoy hasta los cojones de aguantar mediocridades que encima, y para mi sonrojo, abatimiento y/o rabia, otros se encargan de ensalzar en diferentes medios de pelo y medio pelo gafapastiles e “indiegestos”. Una vergüenza, que desde este jodido blog no voy a dejar de gritar a los cuatro vientos, para que de una puta vez por todas haya alguien que se de cuenta de la mierda con mayúsculas que nos están intentando vender como si fuese el mejor caviar.
Lo de Mechanismo (aquí viene el matiz citado al principio de esta crónica), a los que yo mismo definí en este mismo blog, tras su concierto de Septiembre del año pasado también en El Sol, como una “banda formada en Madrid que escapa de largo de la monotonía imperante en el pop-rock indie de este país, creadores de melodías plagadas de exquisitos matices, solvencia sobre las tablas y artífices de unas atmósferas casi etéreas”, me causó más decepción que otra cosa. No sé bien si fue por la escasez de público, porque fueron llamados a última hora para dar este concierto o porque realmente no se sentían motivados y con ganas, lo cierto es que lo que antaño me gustó y valoré de ellos: “Que dos de sus componentes sean, el americano Sebastian Maharg (de Chicago) y sobre todo el británico Mervyn McManus (de Manchester), sin duda ha influido en que el sonido de este grupo vaya más allá del tono aburrido y poco innovador de la mayoría de bandas del indie patrio y que tengan un estilo muy británico que por ejemplo me trajo a la mente a grandes formaciones como Coldplay. Una de las mayores originalidades de Mechanismo es que posee dos vocalistas -los ya citados Maharg, que además toca el bajo, y McManus, que también se encarga de la guitarra rítmica-, que se mueven como zorra sobre tacones por todo tipo de registros, recordando en muchos temas al Bono -U2- más melódico”, en esta ocasión se quedó tan sólo en un “puedo y no quiero” o en un “puedo pero hoy no tengo el día”. Que tienen algo especial es algo evidente, pero en este concierto no lo demostraron y no me gustó lo que hicieron. Sí que me gustó lo que intentaron hacer, pero por desgracia no lo culminaron en ningún momento. Aún así, fueron lo único un poco decente de una noche gélida y desangelada que ni unos ni otros consiguieron calentar. Bueno miento, Santos de Goma me calentaron los cojones sobremanera.
CLICKAD MALDITOS, CLICKAD (TAMPOCO ESTARÍA DE MÁS QUE LO HICIESEIS EN LA PUBLICIDAD DE ESTE BLOG, QUE LA COSA ESTÁ MUY MALA)- enlace al tema "My one" de Mechanismo: http://www.youtube.com/watch?v=cW7YWxd56Fc

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ah claro, es que ademas tocaron en Madrid, en la gran Sala Sol, todo un emblema en la gran ciudad de los grandes grupos, jajajajaja, ademas andaluces y de Málaga, ¿Andalucia existe? jajajaja. He oido su disco y me gustan mucho, además tuve la suerte de verles en directo por Cadiz en el festival Monkey Week y fue realmente acojonante, (si usted me lo permite, y si no tambien, porque sobre gustos ya se sabe), increible sonido, ademas de una fuerza y puesta en escena excepcionales, con canciones tambien a una excelente altura, igual es que en Madrid hay otro nivel no? Madrid, Madrid, Madrid, jajajaja, en fin..., mucho exquisito por el mundo. Sin mas comentarios me despido atentamente.

Anónimo dijo...

“banda formada en Madrid que escapa de largo de la monotonía imperante en el pop-rock indie de este país" jajaja, CATETO.