jueves, 9 de junio de 2011

DESCONCIERTOS (LOS PEDALES Y LOUISIANA)


Concierto celebrado el pasado Viernes 27 de Mayo en El Sol (Madrid). Público: 130 personas (con un importante matiz que en la crónica desvelaré).

Ya digo de antemano que una vez más siento (bueno, la verdad es que no lo siento para nada) dar una opinión contraria a la que de forma mayoritaria os encontraréis en un amplio abanico de webs y blogs musicales independientes nacionales, con respecto a Luoisiana, Los Pedales, su música, sus discos y sus conciertos. Lo que para la mayoría de cronistas, críticos, periodistas y demás escribientes del mundillo indie es canela en rama, para mí es (voy a intentar no ser hiriente) un más de lo mismo, insulso, monótono, ñoño y descafeinado. Y yo me pregunto al igual que ese azote luso llamado Mourinho…. ¿Por Qué? ¿Por Qué? ¡¡¡¡¿POR QUÉ?!!!! Pues profundizando en el tema, la verdad es que sigo encontrando sólo las mismas explicaciones que siempre he dado en este blog. Por un lado está el tema de la alienación y el aborregamiento en el periodismo indie de este país. Me explico: si desde una de esas biblias del indie nacional tales como el Rockdelux, el Mondosonoro, el Go, Radio 3 o similares, alguno de sus principales gurús decide encumbrar a un artista o grupo (del tipo La Bien Querida, Crepúsculo, Vetusta Morla, Refree, etc, etc…), al poco tiempo veréis como el resto de medios indies lo harán a su vez, pese a que ni siquiera hayan escuchado sus discos o les hayan visto en directo. Y con el término medios indies hablo de blogs, de todo tipo de webs musicales, revistas, periódicos, radios y demás. Esto provoca el surgimiento de una corriente de opinión casi de la nada, que será seguida a pies juntillas por la mayoría de plumillas, periodistas, bloggeros y cronistas del mundillo porque en el fondo casi nadie tiene la valentía de dar opiniones contrarias a las de los que ellos consideran como sus referentes. Por otro lado y relacionado con esto, está el tema del amiguismo, de los favores y de los contratos publicitarios. Si Fulano paga a Mengano por publicitar el disco de Zutano, no dudéis de que Mengano pese a que piense que el disco de Zutano es una mierda pinchada en un palo, dirá en el medio para el que trabaja que es la hostia en verso, como poco. Si Fulano es el cantante o el guitarrista o el teclista o… de un grupo, y conoce a varios Menganos periodistas o cronistas o bloggeros o…, con los que tiene una buena relación o es colega desde hace años o se ha corrido unas cuantas farras con ellos o…, no dudéis de que les mandará sus discos y les invitará a sus conciertos, y aunque a dichos Menganos no les gusten mucho ni sus discos ni sus directos ni su música, probablemente darán opiniones favorables sobre él o escribirán crónicas positivas o reseñas elogiosas o… cuanto menos no serán jamás capaces de decir lo que verdaderamente piensan y edulcorarán al máximo su opinión, para no fastidiar a su colega Fulano. Si Fulano es el manager de Mengano y se lleva bien con varios Zutanos periodistas, porque el propio Fulano se ha movido en el mundo de la prensa musical, les pedirá el favor de que hablen bien de Mengano, y claro está, como en este mundillo se vive sobre todo de lo que en “La hoguera de las vanidades” Tom Wolfe, aplicado al mundillo legal, llamaba como “banco de favores”; pues no dudéis de que dichos favores aparecerán en forma de halagos y elogios, también conocidos en el mundo real como comidas de polla y/ comidas de coño. En definitiva y tras todo este lío de Fulanos, Menganos y Zutanos, lo que viene a ocurrir al final en el mundillo de la prensa musical independiente de este país es lo siguiente:
1. Que en varias crónicas sobre este concierto se pueda leer que la sala estuvo casi llena, cuando en realidad como ya he escrito en el encabezamiento de este texto, hubo unas 130-140 personas aproximadamente, lo que supone que no se llegó ni a la media entrada. Y esto teniendo en cuenta este importantísimo matiz: había una lista de invitados de más de 100 personas, lo que supone que bien mirado, si excluimos a dichos invitados (que ni siquiera asistieron en su totalidad), no hubo más de veinte o veinticinco personas que pagaron por ver este concierto.
2. Que se diga por ejemplo en el blog “Grabaciones escondidas” que Lousiana es un “excelente grupo zaragozano (…) cuyo primer trabajo, compuesto por 7 canciones, nos permite descubrir un grupo magnifico, con una gran proyección dentro de la escena más pop de nuestro país. Melodías dulces, gracias a la gran voz de Ana (…)”. Pese a respetar todas las opiniones no puedo por menos que escandalizarme ante este texto, puesto que en realidad lo primero que pensé cuando Lousiana comenzó su concierto es que su cantante Ana Muñoz posee una de las voces más horripilantes que yo haya escuchado sobre un escenario, ora similar a un pito desafinado, ora parecida al aullido de un gato atropellado. Y os prometo que hubo varios compañeros y conocidos que pensaron lo mismo. Me quedo por ejemplo con el comentario que me hizo mi amigo David Plata (desde aquí un abrazo): “¿En serio, lo hace adrede? ¿Es posible cantar peor?”. Eso sin entrar ya ni siquiera a valorar la forma tan apática, insulsa, cansina y anodina con la que se comportó en escena. En cuanto a lo de la gran proyección del grupo, a tenor del cero caso que les hizo el público presente, que ni siquiera les aplaudió al acabar cada una de sus canciones, también lo pongo en duda; aunque claro no podemos olvidar que el banco de favores es capaz de conseguir maravillas. Y en cuanto a lo de que es una magnífica y prometedora banda de pop que cimenta su estilo en unas melodías dulces, os diré la verdad, a mí, temas como “Reformulación de Daddy” o “Que me des amor” me parecieron un ejercicio de pop aburrido, mal ejecutado (vaya manera de desafinar) y ritmo cansino, que intentó sonar pretencioso y solemne, pero que se quedó realmente en una especie de letanía monótona y vacua que no sé por qué, me recordó a aquel grupo de pop comercialoide también horrible, y también jodidamente pretencioso que era “Amistades Peligrosas”. Un desatino pues, lo mires por donde lo mires y lo escuches por donde lo escuches.
3. Que Virginia Díaz de Radio 3 escriba sobre Los Pedales lo siguiente: “…ya somos muchos los que hemos oído hablar de ellos y muchos los que opinamos que su propuesta es algo más que un simple álbum interesante. 'Nuevo Mundo' es el título de este primer trabajo, diez canciones llenas de detalles (guitarras, coros, hammond, slide...) más propios de una banda de larga trayectoria que de una que acaba de empezar. Y sorprende. Cantan en castellano y se les nota su amor por el rock de toda la vida, el pop de los 60's, el blues y el folk (...) 'Desorden' es el momento celta del disco, medieval pero, y esto es un consejo, es de primera necesidad conocer la versión en directo porque ahí es donde explosiona (…)”. O que Ángel Silvelo Gabriel diga en su blog “Impulsos” lo siguiente: “Concierto fin de gira de Los Pedales: intensas lecciones de rhythm&blues en la sala El Sol de Madrid”. Vuelvo a repetir, que respeto todas las opiniones y los gustos y preferencias de cualquiera, pero permitidme que no comparta este para mí, desatino generalizado. Vayamos por partes. Los Pedales, grupo abulense de Pedro Bernardo encabezado por los hermanos Gustavo y Rodolfo Muñoz, cerraron con este concierto su gira de presentación del álbum “Nuevo Mundo”. Teniendo en cuenta que el lugar era Madrid (al ladito de su hermosa tierra), que la fecha elegida era un viernes (no un día laborable, sino uno de los días en los que la gente más sale y más le apetece disfrutar de todo tipo de propuestas relacionadas con el ocio), que el concierto fue ampliamente publicitado y que hubo como ya he comentado más de cien invitados; que finalmente no acudiesen a verlos poco más de ciento treinta personas, me parece un hecho más que fidedigno que sirve para constatar que tal vez “esos muchos que han oído hablar de la banda y esos muchos que opinan que su propuesta es más que interesante” -como dice Virginia Díaz-, tal vez, en el fondo no sean tantos. Que poseen detalles más propios de una banda de larga trayectoria, es algo que tampoco se pudo comprobar en este directo, en el que desafinaron bastante, ejecutaron pésimamente y tanto Gustavo como Rodolfo mostraron unas voces faltas de personalidad tirando a malas (en la onda de los grandes nombres del indie pop patrio: Vegas, Crepúsculo, Jota…, eso tampoco lo vamos a negar). Vamos que se mostraron como lo que son, una banda novel que ya no sólo tiene que mejorar bastante en el plano compositivo y en el de la ejecución, sino sobre todo en el plano relacionado con la actitud en escena. Porque que una banda que intenta abrirse hueco, en un concierto tan importante como éste, por ser el que despedía su gira y por ser en una sala con tanta solera, diese un espectáculo tan desganado es para hacérselo mirar. De hecho, el grupo se mostró como cansado, como arrastrado, como si les faltase la energía o lo que es peor, la sangre. Que en sus canciones demuestran su amor por el rock de toda la vida, el blues, el pop de los 60´s y el folk, es algo por lo que ya sí que no paso, porque sus canciones más rockeras a lo que recordaron fue al rock moña y blando patrio de toda la vida y sus canciones más poperas al pop comercialoide y de radiofórmula patrio de toda la vida. En cuanto a sus lecciones de R & B, perdonadme, pero yo no las ví por ningún lado y en cuanto a lo del temazo “Desorden”, ese que explosiona en directo y que mezcla toques celta y medievales; primero, ni toques celtas ni medievales y segundo, explosionar, explosionar, lo que se dice explosionar, como que no, de hecho, pese a que la parte melódica no estuvo mal (aunque a la ejecución le faltó una vez más pegada y empaque), la parte vocal no hubo por donde cogerla (hilillo de voz entre agarrotado, tembloroso y desafinado). Pero vamos, que si no me creéis, juzgadlo vosotros mismos: sólo tendréis que escuchar el enlace colgado al final de este texto donde Los Pedales ejecutan esta canción en Los Directos de Radio 3. Por cierto, y por último, se me había olvidado deciros que Virginia Díaz también escribió lo siguiente sobre esta banda: “Está claro que el boca a boca funciona y más, en casos como el mío que los conozco -literalmente- desde que nacieron”. ¿Os suena esto a algo de las historietas de Fulanos, Menganos y Zutanos que os he contado anteriormente? Seguro que sí, no obstante y ahora ya sí como punto final, quiero decir que la gente de Los Pedales pese a no ser santo de mi devoción como músicos, son un grupo de gente amable, simpática y cercana y fue un placer para técnicos y demás curritos del Sol compartir esta noche con ellos. Digo esto, porque quiero dejar bien claro que el hecho de que un artista no te guste, no implica que no te caiga bien o que no se lo curre o que no le ponga ilusión. Pero esto tampoco debería ser motivo suficiente como para edulcorar o falsear opiniones, sensaciones y críticas. Aunque reconozco que las amistades, los roces y los cariños siempre nos acaban sugestionando y que decir la verdad muchas veces puede resultar muy doloroso. Sin embargo, esta verdad no me va a doler nada en absoluto: ojalá tanto a Louisiana como a Los Pedales les vaya todo más que bonito, pese que a mí, su música, no me haya convencido, al menos de momento.
CLICKAD MALDITOS, CLICKAD- enlace al tema "Desorden", interpretado en directo por Los Pedales en el programa Los Conciertos de Radio 3: http://www.youtube.com/watch?v=-WkRQUU7_yY

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