martes, 14 de junio de 2011

DESCONCIERTOS (MUCHO)


Concierto celebrado el pasado Jueves 2 de Junio de 2011 en El Sol (Madrid). Público: lleno.

De las cenizas de The Sunday Drivers, ha surgido Mucho, eso sí, con una baja muy importante: Jero Romero. El resto: Fausto Pérez (guitarra solista), Miguel de Lucas (bajo), Carlos Pinto (batería) y Lyndon Parish (guitarra rítmica) se han embarcado en esta nueva aventura junto con el cantante y guitarrista de Underwater Tea Party: Martí Perarnau. He de confesaros que hasta el día del concierto no había escuchado nada de Mucho (me encanta esta expresión), pero lo cierto es que tenía unas expectativas bastante altas con respecto a este concierto, por los motivos que a continuación os comentaré. Para empezar, los toledanos The Sunday Drivers, siempre me parecieron uno de los mejores grupos indies españoles de pop/rock. Elegantes, con un sonido muy internacional, con clase, con unas guitarras fabulosas, con un puñado de grandes canciones -“Do it”, “On my mind”, “My plan”- y con un cantante -Jero-, con una hermosa voz, a años luz de la mayoría de vocalistas españolas englobados dentro de la música independiente. Para continuar, que el intérprete “elegido” para hacernos olvidar al propio Jero haya sido Martí Perarnau, me pareció a priori una gran elección, puesto que al frente de Underwater Tea Party me convenció con su voz algo nasal, pero con empaque y una gran variedad tonal. Para terminar, consideré a los propios Underwater Tea Party, como ya comenté en este blog en su día (1 de Noviembre de 2010) como un grupazo de POP con MAYÚSCULAS, con ganas, con arrojo, con melodías curradas, con giros estratosféricos, con duelos vocales de altura y con mucha fuerza. En definitiva, que la nueva ecuación formada por los ex Sunday Drivers (menos Jero) más Martí, me hizo pensar en un grupo de pop/rock original, contundente y dinámico; y con esta disposición tan positiva, me encaminé hacia El Sol para disfrutar de lo que yo pensé que iba a ser un gran concierto. Pero, nada más escuchar las dos primeras canciones con las que abrieron su actuación: “Si quieres no” y “Que viva su ley”, pertenecientes a su único álbum publicado -el homónimo “Mucho”-, que desgranaron en su totalidad, comencé a barruntar que no me iba a encontrar nada de lo que yo había imaginado, con dos excepciones: Fausto y Lyndon volvieron a dar toda una lección de cómo se debe tocar una guitarra y desarrollaron una amplia variedad de registros, primordialmente luminosos, enérgicos y contundentes; y en general, toda la banda tuvo una buena actitud en escena y le puso muchas ganas. En cambio, ese pop elegante, ese sonido tirando a brit, ese rock con cojones, esa voz personal y esa clase en los textos que yo esperaba encontrarme, no aparecieron por ningún lado. De hecho, todas las letras (en castellano, novedad con respecto a los temas de The Sunday Drivers y de los propios Underwater Tea Party) de las canciones sin ninguna excepción, me parecieron pueriles, anodinas e insulsas, como si se hubiesen escrito con prisas y sin mucha dedicación. La sección rítmica estuvo demasiado blandita al igual que el sonido del grupo en general. La voz de Martí sonó horrible, sin empaque ni ritmo ni matices. Todas las canciones estuvieron “engalanadas” con esos horribles estribillos -“Ah, ah, ah, aaaaahhhh”, “Parapa, pa, pa, pa”, “La, la, la, la”…-, que son siempre el recurso fácil y manido de todas las bandas que en realidad tienen muy poco o nada que decir y que se acogen a esta fórmula para ocultar carencias compositivas. Y para rematar, el estilo de la banda se asemejó en demasía al de grupos más propios de la radiofórmula y englobados dentro del denominado pop comercial, sencillo y facilón, del tipo El canto del loco, a los que me recordaron en muchos momentos de la noche. Pero es que encima, hasta la voz de Martí, me pareció más horrible que la del propio Dani Martín, que ya es decir. Por tanto, al final del concierto me quedé con la sensación de que esta banda en realidad no nos ofreció nada de nada y que lo único que fue Mucho, fue un público que abarrotó la sala, disfrutando de uno de esos grupos indies que tanto les ponen y agradan, pese a que en realidad y aunque a ellos les joda reconocerlo, sonaran sobre todo a grupo comercialoide, de esos que tanto detestan y tanto les avergüenzan. Paradojas de la vida, tú.

MUCHO: "SI QUIERES, NO"

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