viernes, 1 de octubre de 2010

DESCONCIERTOS (84)



Concierto celebrado este miércoles en la sala El Sol (Madrid).

Me acabo de fumar un cigarro (sin aliño) pensando si merecía la pena gastar los próximos minutos de mi vida escribiendo sobre este grupo o emplearlos mejor en hacer algo que se me da de puta madre y me suele retribuir grandes satisfacciones: rascarme los cojones. Finalmente he decidido escribir sobre estos 84 y su concierto de hace dos días, pero eso sí, ya que lo estoy haciendo pienso quedarme igual de a gusto que cuando me da por sacarle brillo a mis bolas mágicas del amor. Así que para los que echabais un poco de menos al hijo de puta que llevo dentro y que últimamente estaba  un tanto adormecido, creo que hoy vais a tener una buena ración de mi mierda. Eso sí, y lo digo antes de meterme en harina, todo lo que hoy voy a escribir aquí se va a referir única y exclusivamente al aspecto musical de una banda (y de todo un país en general, como ya veréis) contra la que no tengo ningún problema ni queja de tipo personal. De hecho, me parecieron muy buena gente, cercanos, simpáticos y nada creídos. Que conste en acta.
Al lío. “84” son un grupo madrileño que desde hace cinco años lleva componiendo canciones e intentando hacerse un hueco en una escena musical que como todos sabemos está masificada y en la que por tanto es muy jodido poder hacerse un hueco. Una escena musical en la que habitualmente con trabajo y esfuerzo casi nunca se consigue lograr, por desgracia, lo que sí se consigue con buenos padrinos. Por eso hay muchas formaciones acojonantes con grandes propuestas que como mucho sólo consiguen editar algún E.P. (y eso viéndoselas y deseándoselas) y tocar en algunos garitos de mala muerte. Sin embargo “84” han conseguido editar recientemente su primer E.P: “Bienvenidos a el burdel de las sirenas”, han firmado por el sello Movistar, han girado por Chile y Argentina, van a tocar hasta cuatro veces este mes en la capital, consiguen meter casi 300 personas un miércoles en El Sol, trabajan bajo el amparo del productor Alejo Stivel (Tequila), aparecen en todas las emisoras de radio-fórmula de este país, han teloneado a Julieta Venegas en Barcelona, en el videoclip de su segundo single “Flor de primavera” han contado con la colaboración de la actriz Inma Cuesta (protagonista de Águila Roja) y van a girar próximamente junto a Amaia Montero y a Ragdog, recorriendo numerosas de ciudades de este puto país. Y esto por qué, os preguntaréis. Si hubieseis tenido la misma mala suerte que yo de tener que tragaros un concierto suyo enterito de cabo a rabo, sabríais que tantos éxitos no son fruto de su buen hacer como músicos. De hecho, su actuación estuvo plagada de acoples, todas sus canciones están compuestas por acordes simplones que encima (y esto sí que tiene huevos)  fueron bastante mal ejecutados, las letras de sus temas parecen estar escritas en un parvulario (ejemplo totalmente verídico: “tengo un amigo que quiere ser entrenador de fútbol…”; no en vano, una de las mejores letras que pudo oírse en su concierto fue la del tema “La, la, la” que versionearon en los bises) y en definitiva su música es un compendio de pop ñoño, blandito, chusquero, insulso y comercialoide en castellano (ay, pobre lengua tantas veces profanada de forma tan mediocre). La respuesta por tanto, al por qué de su triunfo, es la propia idiosincrasia de este jodido país, en el que mayoritariamente se consume una bazofia musical con la que no puedo por menos que sonrojarme. Por eso salen en las emisoras de radio-fórmula (en las que en el noventa por ciento de los casos sólo se escucha mierda), por eso fichan por el sello Movistar (que a su vez, también decide apoyar a todas esas mierdas comerciales que tanto gustan a niñas monas y niños bien y que tantas ganas de vomitar me provoca), por eso se rodean de gente como Amaia Montero (otro ejemplo más de la mierda musical que se consume de forma masiva en este país) y por eso (y esto sí que me repatea) hay otras muchas bandas que sí son originales, que sí tienen calidad y que sí merecerían ser ayudadas por radios y medios de comunicación en general para que sus propuestas fuesen conocidas y disfrutadas por un amplio abanico de gente; que sin embargo tienen que guardar en la maleta del olvido sus canciones y cerrarla con la llave del desaliento. Eso es lo que nos pasa por vivir en un país en el que la gran mayoría de su población no sabe ni quién es Elvis Presley y sin embargo se saben de memoria todos los grandes éxitos de Georgie Dann. Eso es lo que pasa en un país en el que Bisbales y Bustamantes de turno llenan plazas de toros cobrando millonadas y musicazos como por ejemplo los miembros de Los Coronas tienen que conformarse como mucho con llenar una sala de pequeño aforo.
Para cerrar esta crónica os diré lo que dijo Alejo Stivel (productor de 84) cuando los escuchó por primera vez: “no me gusta como cantáis, ni como tocáis, ni vuestras canciones… Pero tenéis “algo” que no se sabe lo que es, pero que es lo más importante". Pues yo sí sé qué es ese “algo” que tienen y que tú no sabes lo que es: la potra de haber nacido en un país en el que en tele triunfa gentuza analfabeta como Belén Esteban, en el que la gente hace de Torrente la película más vista de toda la historia de nuestro cine y en el que en música se escuchan mayoritariamente subproductos faltos de calidad por una población aborregada que sigue a los medios de comunicación masivos con devoción haciendo de ellos su propia Biblia (de la imbecilidad y la “tocacojonería”). Palabra de Chulón. Amén.
CLICKAD MALDITOS, CLICKAD (TAMPOCO ESTARÍA DE MÁS QUE LO HICIESEIS EN LA PUBLICIDAD DE ESTE BLOG, QUE LA COSA ESTÁ MUY MALA)- enlace al viedoclip del tema "El burdel de las sirenas" de 84: http://www.youtube.com/watch?v=Fw3FBLrnm9s

 

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