viernes, 22 de octubre de 2010

DESCONCIERTOS (MARTA TCHAI)


Concierto celebrado el pasado martes día 10 de Octubre en El Sol (Madrid). Público: lleno, dentro del formato “Los martes al Sol” consistente en reducir el aforo de la sala para así ofrecer conciertos más íntimos y cercanos.

He de reconocer que como en otras muchas ocasiones, al concierto de Marta acudí totalmente vírgen, esto es, sin haber escuchado ni una sola nota de las muchas que componen su primer álbum hasta la fecha “Alaluz”, que precisamente presentó durante este concierto, ante un público más que entregado (familiares, amigos y muchos conocidos incluidos). Lo único que conocía de antemano eran los carteles de promoción de este evento, en los que se podía ver una foto de la susodicha: joven de imponentes ojos y mirada angelical, que me hizo intuir que iba a asistir probablemente a la actuación de una nueva princesita del indie patrio, de las que últimamente dando dos patadas, te salen cuatro. Su salida al escenario pareció corroborar mis primeras impresiones: tocada con su faldita de princesa y su blusita transparente, de mirada tierna, de presencia grácil y acompañada de una guitarrita acústica como elemento de atrezzo, que en esta nueva fórmula de la música española nunca puede faltar. En la onda vaya, de Lourdes de Russian Red, de Ani B. Sweet o de Alondra Bentley. A la protagonista del incomprensible fenómeno mediático musical de los últimos meses, esa Bien Querida, que desde luego no lo es por mí, ni de lejos, ni de cerca, ni en rededor, no la incluyo dentro del pack, por razones obvias. Pero las primeras impresiones no siempre son fiables y cuando Marta Bijeriego Hinojosa, esto es, Tchai -el nombre artístico sí he de reconocer que tiene una sonoridad y encanto más que logrados-, se arrancó a cantar, me di cuenta de que ésta nada tenía que ver con las cantantes anteriormente citadas. Porque, tanto Lourdes, como Ani y sobre todo Alondra (he de reconocer que es mi ojito derecho) poseen en mayor o menor medida, grandes voces, han compuesto temas de mucho empaque y calidad, y su música además, entra dentro de la etiqueta del indie pop/rock/folk, por influencias y estilo. En cambio, la dulce Marta posee una voz tirando a normalita, por no decir regulera, falta de personalidad, garra e intensidad y monótona, demasiado monótona, una voz con menos fuerza que el suspiro de un moribundo, que de hecho se vio solapada en todo momento por la parte instrumental de la banda que la acompañaba; se movió con menos gracia y soltura que mi santa abuela cuando se arranca por pasodobles en las bodas de sus nietos y tuvo menos carisma que Montilla en un concurso de chistes. En cuanto a lo de la guitarra ya fue de risa: en su caso es un mero elemento decorativo del que sólo salieron cuatro acordes más sencillos que la suma de uno más uno y encima mal paridos, esto es, mal ejecutados. Además su música no puede catalogarse ni de lejos como indie, estando mucho más cercana a los sonidos de la radio-fórmula más chusquera, en la onda para que me entendáis de grupos como La oreja de Van Gogh y triunfitas como Chenoa. Lo bueno para ella, es que vive en el país de la pachanga y eso claro, puede hacer que siga llenando salas, como ocurrió el otro día, e incluso que llegue a tener cierto éxito comercial: tiene una cara bonita y posa muy bien en las fotos, y con eso ya os digo yo, que tiene mucho ganado. Y ojo, yo no tengo nada contra ella, me pareció una chica más que agradable y simpática, pero claro, no por ello voy a falsear lo que su música me provocó: ingentes cantidades de bilis. Lo único que espero que tenga claro, es que no debe intentar ser lo que no es. Me explico: por mucho que se mueva en ambientes independientes e intente copiar estilismos y formas (que no fondos) propios del pop/rock no comercial, lo cierto es que su música se mueve precisamente por los derroteros de “Alí Babas y Los Cuarenta ladrones más Principales (de la verdadera música, que tan poco gusta mayoritariamente en la España del polígono, los cristos de oro al cuello, los zarzotes -los zarcillos ya no se llevan- también de oro estirando orejas de rubias oxigenadas de las de chochos morenotes y los “mola”, los “mazo”, los “tía”, los “Johnys” y las “Jessys”). Así que parafraseando libremente uno de los títulos más redondos de la literatura universal que a su vez pertenece a uno de los mejores libros de todos los tiempos (¡cómo me gustas Kundera!), lo de la pacense Marta Tchai podría ser definido como “la insoportable gravedad del querer ser”. Pero desde el cariño te lo digo: no lo eres, ni por asomo. 
CLICKAD MALDITOS, CLICKAD (TAMPOCO ESTARÍA DE MÁS QUE LO HICIESEIS EN LA PUBLICIDAD DE ESTE BLOG, QUE LA COSA ESTÁ MUY MALA)- enlace al tema "Gaviota" interpretado en directo por Marta Tchai: http://www.youtube.com/watch?v=d-gfA4_M5f8

8 comentarios:

Anónimo dijo...

"Que tus palabras sean siempre necesarias, amables y de verdad" dicho por Rumi, pero podría haber sido dicho por otra persona, ya que probablemente cada cultura tenga un enfoque como éste en su haber.

En el mundo de la crítica -no digo últimamente porque ya Baudelaire eran muy ducho en este sentido- parece que la honestidad, la parcialidad, o el criterio autónomo, están unidos a la saña o al sadismo.
Parece que cuando uno no tiene conmiseraciones con el dolor ajeno, es entonces cuando es auténtico. A mí también me pasa veces.
Además suele existir un cierto placer en aprovechar una anécdota (una película, una obra de teatro, un concierto) para contar todas esas otras cosas que a uno le preocupan, de esta manera las realidades de las que uno habla se cosifican, se tornan en instrumentos para expresar otras cuestiones, que quizás, y a menudo, no tienen tanto que ver con aquello de lo que se está hablando.

Es cierto, puedes considerar que Marta Tchai no está a la altura, que no te gusta lo que cuenta ni como lo cuenta. Pero qué aporta expresarlo de esta manera. Qué herramientas das a tus lectores, como crítico, para poder enjuiciar el espectáculo del que hablas.
Estás compartiendo tu bilis, sí, estás buscando la complicidad de unos humillando a otros, sí ¿Pero es eso la crítica?
Quizás tus palabras sean sinceras pero, la inquina con la que están formuladas, sugiere más bien que responden a necesidades ajenas a las que impulsan el trabajo de un crítico.

Y sí, soy amiga de Marta.

Anónimo dijo...

Simplemente decirte que el papel de ¨Matamoros musical" está bastante injustificado y denota una falta de amor total a la música y a todo el trabajo que lleva sacar un disco y defenderlo en directo. Hay que escuchar más allá de una linea de acordes y su ejecución.Pero bueno alguien que dedica más palabras a bejar a alguien que esta empezando que en hablar de MAna.... Todos los que estuvimos allí lo disfrutamos y vimos a una Marta Tchai espectacular, como espectaculares son sus fallos y sus desacordes. Y el que solo se deja impresionar por las grandes voces....malo amigo.Si tu odio es tu estilo, cuidado con las ulceras...
disfruta la música

Alichuti dijo...

Las críticas son necesarias ya que nos ayudan a mejorar pero en este caso mi opinión es que te has ensañado y creo que es porque no valoras el trabajo que hay detrás de sacar a la luz un trabajo como el de Marta. Hay años de aprendizaje, de frustraciones y de alegrías, detrás hay una gran inversión económica, temporal y humana. Alguien que se dedica al arte (hablo de cualquier expresión artística) sabe lo que cuesta confiar en uno mismo y no dejarse llevar por los gustos de los demás, expresar lo que se lleva dentro con valentía y tener mucho coraje para ser constante y no flaquear.
Todo esto hay que valorarlo y hacer críticas constructivas que ayuden a un artista a mejorar, no ha querer meterse debajo de la tierra a vivir.
Por otro lado, yo soy mujer y estoy harta de que todo lo que hable de nosotras (en el cine, en los los libros, en una canción) sea aparentemente aburrido, dulce, tierno, hipersensible, tonto.
Marta Tchai consigue con sus letras poéticas, intimas y valientes que yo me identifique con ella y con muchas personas que no tenemos miedo a sentir y a vivir con todo lo que nos rodea, sea bueno o malo.
Que bién que triunfe alguien que, a pesar de no tener la voz "perfecta", hace llegar lo que canta con el corazón y las tripas.

Anónimo dijo...

Leyendo esta critica me da la sensación,de que Marta Tchai le debió poner bastante al señor David Lorenzo.

Anónimo dijo...

A mí tu crítica me da pena ,al leer esto me llevo es la sensación de una persona llena de odio y envidia.
No estoy deacuerdo con nada de lo que dices.
Marta es delicadeza y sensibilidad pura, compartiendo sus sentimientos en un escenario y para mí esto ya es arte.
Un artista es el que transmite y llega al público poniendo todo lo que tiene.
Lorca

dch dijo...

A mí Marta Tchai me resulta absolutamente indiferente. Pero estoy de acuerdo con el primer comentario. No hacía falta utilizar las expresiones que has utilizado para criticar su concierto, sobre todo lo relativo a la bilis, que ha sido de muy mal gusto. De todas formas, David, siempre es preferible que existan blogs (o como se llamen) como el tuyo, que que no existan. Seguramente Marta lo habrá leído y, aunque le haya dolido, sin duda sabrá sacarle provecho. Hala, Marta, a esforzarse. El primer disco de David Bowie, como el primero de Radiohead, son lamentables, y luego mira la que montaron. Yo no confío mucho en tu futuro musical, pero seguro que tú sí, y eso es lo que cuenta.

Anónimo dijo...

PUES A MÍ ME PARECE QUE MARTA TCHAI LO HACE BASTANTE BIEN...



http://m.youtube.com/watch?v=-EZ198VnJcE&feature=plcp

Anónimo dijo...

http://youtu.be/-EZ198VnJcE